Ona Carbonell: "Tras un año difícil las siete medallas son más satisfactorias"

La nadadora de sincronizada española Ona Carbonell ha asegurado este sábado tras llevar colgadas hasta siete medallas conseguidas en estos 15os Mundiales de natación de Barcelona que son "más satisfactorias" de lo que ya serían en condiciones normales al llegar un año "difícil" y por conseguirlas, sobre todo dos de ellas, como nueva solista y capitana.

"Hay competiciones que son muy relevantes y esta es una de ellas. A mí los Juegos me marcaron un antes y un después y estos Mundiales también, no solo por las siete medallas increíbles sino por lograrlo en casa, con el año tan difícil todavía son más satisfactorias", reconoció a los medios.

A Ona le pesan mucho los siete metales pero ahora "ya no tanto". "Las tenemos. Hasta que no acabáramos no se podía firmar nada, todo puede asar en una competición de esta magnitud y finalmente lo hemos conseguido. Ha sido una gran despedida, nos hemos divertido, hemos brillado y conseguido la plata, y las siete medallas que era un objetivo difícil pero conseguido", celebró.

"En unos Mundiales en casa, tras un año difícil y con un equipo nuevo, menos experimentado, pues es para felicitar a todas las compañeras, entrenadoras y gente que nos ha ayudado porque creo que hemos dado la talla bien dada, y han debutado algunas y se acordarán toda la vida, yo también por debutar como solistas y capitana", se sinceró.

La catalana, tras acabar la prueba del combo libre que les dio la tercera plata y séptima medalla final, solo pensó en lo siguiente: "Por fin! Vacaciones! Igual que en Londres al acabar solo pensaba en Menorca, en celebrarlo, descansar, comer y dormir", argumentó.

"De todas me quedo con la del solo libre, para mí el reto más difícil pero el más bonito, fue un día increíble, me llamó Montserrat Caballé y me dijo que estaba llorando en el sofá, que lo hice con mucha fuerza", apuntó sobre la que mejor sabor de boca le dejó.