El Athletic Club ha hecho los deberes en Francia al imponerse al Olympique de Marsella (0-1) gracias a una obra de arte de Aritz Aduriz, que puso a favor una eliminatoria en el que el primer partido, correspondiente a los dieciseisavos de final de la Europa League, dejó poco fútbol, pero el justo para que el artillero vasco pudiera hacer de las suyas nuevamente.
Ninguno de los dos conjuntos salió con convicción a por su rival y ambos optaron por guardarse las espaldas por delante de otra cosa. El Vélodrome fue testigo de un duelo en el que ambas escuadras se mostraron excesivo respeto, en detrimento del juego combinativo y originando ocasiones con cuentagotas, aunque la figura de Aduriz, que ya marca hasta cuando el peligro ni siquiera acecha, decantó el duelo.
Los centros en busca de rematador tampoco encontraron hombres libres de marca, debido a dos defensas realmente bien plantadas en un partido cuya premisa principal parecía ser no encajar. La lucha titánica en las áreas sondeando un cabeceador tampoco dio sus frutos y se llegó al descanso tras una primera mitad muy pobre.
Tras unos primeros minutos fáciles de mejorar, el Athletic se quitó los prejuicios y mostró mayores intenciones para coger ventaja en el marcador a la vuelta del túnel de vestuarios. Los vascos se apresuraron en hacer los deberes y, para ello, un Aduriz en estado de gracia bastó para allanar el camino.
El delantero necesitó media ocasión de gol para anotar su séptimo tanto en la Europa League y situarse como máximo goleador de la competición en solitario. El 20 rojiblanco empalmó un derechazo teledirigido hacia la red desde una distancia para valientes y continuar tirando a golpes las puertas de la selección.
Los franceses se vieron obligados a marcar con el resultado cuesta arriba, pero sus intentonas en ataque dejaron mayores descuidos en defensa, por lo que el encuentro se abrió en mayor medida. No obstante, no se produjeron disparos con demasiada claridad y tanto Herrerín como Mandanda resolvieron los minutos finales con seguridad, sin pasar apuros.
De esta forma, el Athletic Club aprovechó el espectacular estado de forma de Aritz Aduriz, a sus 35 años, para dar el primer paso hacia los octavos de final de la Europa League. Mientras, el Olympique de Marsella visitará San Mamés con la eliminatoria cuesta arriba, prolongando una pésima racha como local, puesto que no vencen en el Vélodrome desde el pasado mes de septiembre.
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