Una España dominante no pasa del empate contra una ordenada Suiza

La selección española de fútbol se despidió de su afición con una empate a un gol ante una rocosa Suiza, en el amistoso disputado en el Estadio de la Cerámica de Villarreal (Castellón) y marcado por un inusual error de David de Gea que impidió que los de Julen Lopetegui pudiesen sumar una victoria para la que pusieron más empeño.

La Roja no pudo sumar un nuevo triunfo antes de poner rumbo hacia el Mundial de Rusia el próximo jueves. No fue un partido excesivamente brillante del combinado nacional, dominador en todo momento, pero al que le costó desarbolar a un rival ordenado, trabajador y sobre todo efectivo para aprovechar un fallo del portero del Manchester United y firmar unas tablas que mantienen invicta a la triple campeona de Europa bajo el mando de su nuevo seleccionador.

España salió con un once más novedoso de lo esperado, en parte por la baja de última hora por una gastroenteritis de Busquets, situación que se repetía por tercer partido consecutivo. Thiago se encargó de sus funciones en un equipo también con Azpilicueta como compañero de Piqué y con Aspas volcado a una banda en el hueco teóricamente dejado por Isco.

Con estos mimbres, los de Lopetegui se toparon con una Suiza atrevida, compacta y presionando arriba para entorpecerles. Pero los locales no se inmutaron y antes del segundo minuto ya habían avisado con remate fallido de Koke dentro del área y posterior mano de Sommer al disparo 'mordido' de Thiago. Todo ello tras una diagonal de Piqué para romper la incómoda presión.

El combinado nacional atacaba principalmente por el costado izquierdo, donde se juntaban Alba y un Silva que quería ser de nuevo protagonista. El canario tenía otra buena ocasión con un disparo cruzado, de nuevo con un balón a la espalda de la defensa helvética y tras una buena dejada de cabeza de Diego Costa.

Suiza, privada en el medio de Granit Xhaka, intentaba no perderle la cara al partido, pero encajó el gol de la forma menos esperada hasta ese momento. Después de cargar casi todo el ataque por la izquierda, fue el lateral derecho, Odriozola, hasta entonces con poca relevancia, el que abrió el marcador recogiendo un rechace al borde del área, una muestra más de la polivalencia para anotar de este equipo de Lopetegui.

España, superior en lo técnico, se hizo con el mando de forma definitiva, aunque su rival, incisivo con sus laterales y cuando encontraba espacios, no concedió demasiado y sólo hubo dos lanzamientos de Iniesta hasta la llegada al descanso, tras el que entró Lucas Vázquez en lugar de un Aspas más discreto de lo habitual.

El guión no cambió para nada y la tricampeona de Europa dominó y merodeó el área de Sommer, gracias sobre todo a una mejor presión que desactivó a su rival. Iniesta, tras una nueva dejada de un Diego Costa bien en su papel de 9, volvió a probarlo desde fuera sin suerte y cuando más asentado estaba el equipo español llegó el inesperado gol visitante. A De Gea se le escapó un lanzamiento de Lichtsteiner y el otro lateral, Ricardo Rodríguez, empató a puerta vacía.

El tanto y los numerosos cambios afectaron un tanto a los de Lopetegui e hizo sentirse más cómoda a Suiza, un rival poco dado a conceder alegrías y que no dudó en dar el paso atrás para buscar el contragolpe. A España le costó entonces meter una marcha más para desarmar el orden de los Petkovic, que cerraban los espacios en el medio y defendían bien las llegadas desde los costados.

Aún así, una genialidad de Lucas Vázquez que no aprovechó Rodrigo Moreno ante la rápida salida de Sommer, un cabezazo de Thiago y otras dos buenas opciones de Nacho pudieron romper una igualdad que agradó más a los suizos.


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