Una genialidad de Coutinho no le basta a Brasil que no pasa del empate ante Suiza

La selección de Brasil ha comenzado este domingo su participación en el Mundial con un decepcionante empate por 1-1 ante Suiza, gracias a un tanto de Philippe Coutinho como réplica al gol rival de Steven Zuber, un resultado que ha sembrado ciertas dudas de cara a su Grupo E tras la disputa de la primera jornada.

Los pupilos de Adenor Leonardo Tite Bacchi firmaron contra Suiza en el Rostov Arena un sufrido debut mundialista, mostrando a la vez galones de favoritismo y desconexiones en la creación de juego. Así, este resultado tan solo le sirvió para situarse en la segunda plaza del grupo con 1 punto (igualado con los helvéticos), mientras que Serbia es el líder con 3 puntos debido a su triunfo ante Costa Rica (0-1).

El centrocampista culé Paulinho ya avisó a los 11 minutos del peligro brasileño, efectuando un remate raso y cruzado con su pierna zurda que agónicamente se marchó fuera al lado del poste. El guardameta suizo Yann Sommer, con la ayuda de un defensor, había tapado bien los huecos para obligar al jugador del FC Barcelona a que rematase en escorzo.

No obstante, Sommer no pudo hacer nada en el siguiente acercamiento de la Canarinha. Corría el minuto 19 cuando Coutinho, situado en la esquina izquierda del área rival, recibió un pase en corto de Neymar Jr. e ipso facto conectó un precioso derechazo, que fue subiendo mientras cogía rosca para al final colarse en la portería helvética y establecer con ello el 1-0.

El conjunto de Tite pausó el ritmo del partido, sin generar más ocasiones hasta que el central Thiago Silva estuvo a punto de hacer el segundo gol al borde del descanso. Remató a un saque de esquina, botado por Neymar desde el lado izquierdo del ataque brasilero, pero la pelota salió por encima del travesaño.

Al inicio de la segunda parte se despertó Suiza, que a los cinco minutos de la reanudación hizo el 1-1 merced a un gol del mediocampista Steven Zuber. El interior izquierdo, prácticamente solo dentro del área pequeña, cabeceó a las redes un córner sacado por Xherdan Shaqiri a pie cambiado desde el costado derecho; ese testarazo, tras un lance que no estuvo exento de polémica, superó a bocajarro al portero canarinho Alisson.

Los futbolistas brasileños, después de ver la repetición en los videomarcadores del Rostov Arena, se quejaron de un empujón de Zuber a Miranda antes de su gol. Pidieron al árbitro mexicano César Ramos que mirara las pantallas y solicitara el VAR, pero no lo creyó oportuno y el empate ya fue oficial.

El ambiente se caldeó todavía más en el minuto 73, tras un posible penalti del central suizo Manuel Akanji en un forcejeo con el delantero Gabriel Jesus. El colegiado tampoco pidió ayuda del videoarbitraje y abocó involuntariamente el encuentro hacia un final con Brasil angustiando sin demasiado fervor a Sommer.

Con un Neymar intermitente en ataque, aquejado por haber sufrido varias entradas feas de sus rivales, y con la responsabilidad de vencer para demostrar su enjundia en el Campeonato del Mundo, el equipo sudamericano confió sus opciones al acierto del delantero Roberto Firmino. En el minuto 81, el del Liverpool FC desperdició un remate de volea con su pie diestro al poco de saltar al campo.

Y él otra vez, con un cabezazo a la salida de una falta lateral, rozó el segundo tanto de la Canarinha en el minuto 89. Obligó a que Sommer realizara un paradón, como preludio a otras dos grandes ocasiones. Primero fue Miranda, con un zurdazo lejano que se marchó desviado cerquísima del palo, y luego otro tiro de Renato Augusto dentro del área pequeña tras un barullo; sin embargo, Fabian Schär despejó el balón... y al mismo tiempo los sueños de remontada de Brasil.


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