El Madrid conquista el Mundialito de Clubes tras vencer a Gremio con un decisivo CR

El Real Madrid renovó este sábado su corona mundial tras derrotar al Gremio brasileño (1-0) en la final del Mundial de Clubes de la FIFA gracias a un solitario tanto de Cristiano Ronaldo, que permite a los blancos levantar el quinto título de 2017 y rubricar el mejore año de su historia.

El equipo de Zinédine Zidane fue superior a un Gremio más tibio de lo esperado. Los brasileños no llegaron a tirar a puerta y los blancos crecieron con el paso de los minutos hasta someter a su rival. No hubo dudas de un triunfo que decidió su estrella: Cristiano Ronaldo, con un lanzamiento de falta de más de 30 metros.

La barrera se abrió y el de Madeira no perdonó. Hasta entonces, a media hora larga para el final, el Real Madrid había puesto en apuros a su rival en más de una ocasión. Primero con una volea de Carvajal y después con un remate de Modric, nombrado mejor jugador del partido. El croata cogió la batuta y lideró a los suyos con gran autoridad.

Por parte del Gremio, campeón de la Copa Libertadores, solo Edilson se acercó a la portería de Keylor Navas con un chut que se fue alto a los 28 minutos. A partir de ahí, los pupilos de Renato Gaúcho desaparecieron del césped del Zayed Sports City Stadium y dieron rienda suelta al fútbol del actual vencedor de la Champions. La segunda parte comenzó como terminó la primera. Clarines y timbales. La fiesta no había hecho más que arrancar.

El acoso de los blancos, infranqueables en su medio del campo, terminó por darle su fruto, aunque Ramiro pidiese penalti con anterioridad en una acción de Sergio Ramos en el lateral del área. El árbitro, que no utilizó el VAR en todo el choque, consideró que la acción no fue punible y dejó continuar. Tres minutos después llegó el gol del Real Madrid.

Una falta pergeñada por Cristiano Ronaldo, provocada por él mismo tras un caracoleo interminable, supuso el único gol del encuentro. El flamante ganador del Balón de Oro golpeó con violencia el cuero y se vio ayudado por el error de la barrera, que se deshizo en el peor momento. El balón tocó el césped y entró sin discusión.

Desde ese momento, el Real Madrid no se conformó y continuó buscando ampliar la renta. Lo intentó Benzema asistiendo a Cristiano -en un gol anulado por fuera de juego- y también Modric con un lanzamiento a la base del poste. Todo eran síntomas, el horno estaba más que caliente, pero no llegó a corresponderse la producción con el resultado.

El Madrid fabricó muchísimo y apenas concedió a un adormilado Gremio. Ahí estuvo su éxito: en la contención y en la ambición. Bale pudo haber marcado ese segundo tanto, pero el marcador no se movió. El título ya estaba en el bolsillo, el tercer Mundial de Clubes tras 2014 y 2016, el primer equipo que suma dos consecutivos y el quinto del año.

Una guinda que, además, le permite seguir siendo el club con más títulos planetarios -entre Mundiales e Intercontinentales- con un total de seis y se harta de moral antes de afrontar el Clásico del próximo sábado en el Santiago Bernabéu. Una cita que servirá para despedir 2017, el año más laureado de la extensa historia del Real Madrid.


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