El Valencia cae en Louis II de Mónaco pero se clasifica para la fase de grupos

Un gol de Álvaro Negredo abrió la puerta de la Liga de Campeones al Valencia, que logró una sufrida clasificación para la fase de grupos tras perder (2-1) contra el Mónaco en el partido de vuelta del play-off, disputado en el estadio Luis II y hacer valer el 3-1 con el que se impuso en Mestalla.

Fue un billete ganado a pulso, con sangre -la de Negredo tras un codazo-, sudor y las lágrimas de una afición que festejó la clasificación como si de un título se tratara. El fútbol español tendrá así a cinco equipos, el campeón FC Barcelona, el Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Sevilla, ganador de la Europa League, y el Valencia, en el sorteo del próximo jueves en Mónaco.

La apuesta de Nuno por Negredo para el ariete le salió cara. Apenas dio tiempo para sentir el arreón inicial previsto del conjunto monegasco y el delantero vallecano acalló el Luis II al aprovechar un error defensivo local para transformarlo en el 0-1 (min. 4) con una artística vaselina.

El Valencia tenía casi todo el trabajo hecho. La inercia del tanto, incluso, le dio confianza frente al grupo de Leo Jardim, que inicialmente se vio desarbolado en el centro del campo y por las bandas, especialmente por el flanco izquierdo de Gayá.

Una combinación del lateral y Feghouli cayó en las botas de Negredo, que pudo sentenciar la eliminatoria con un segundo tanto en tan sólo 10 minutos, pero el disparo del madrileño se marchó por encima del larguero de Subasic.

En cambio, el Mónaco despertó alentado por una mala salida de Ryan, que acabó con el empate (1-1) de Andrea Raggi, que ajustó su disparo al poste izquierdo y agitó sus brazos para encender a una hinchada monegasca que daba ya como casi un imposible la remontada contra los de la hoy camiseta rojigualda.

El partido se convirtió en una ida y vuelta, un correcalles que no convenía a los che en el inicio de la segunda parte, en el que los locales apuraron sus opciones en una competición en la que el curso pasado complicaron hasta el extremo a la Juventus, finalista, y en la que sólo habían cedido una derrota en 11 jornadas.

Las ayudas en defensa y el control en el centro del campo de Parejo parecían neutralizar el empuje de un Mónaco mucho más incisivo por las bandas y que creyó en la remontada con el 2-1 (min. 75) de Elderson, recambio de un Kurzawa que regresó antes de hora y que resolvió en el área pequeña una falta con veneno de Lemar.

El último cuarto de hora fue un sufrimiento. El Valencia ya no tenía el balón y Lemar parecía un general que impulsaba a sus huestes contra la meta del australiano Bryan, que se tuvo que multiplicar para achicar el peligro local.

Primero un disparo del argentino Guido Carrillo y después otro de Dirar rozaron una prórroga que hubiera sido nefasta para un Valencia agotado, al que le faltó algo de oficio para que no se jugara en los minutos finales, pero que consiguió su fin. En el estadio en el que logró su último título europeo, la Supercopa de 2004, obtuvo un papeleta para el bombo de la fase de grupos.


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