El Granca sucumbe ante Galatasaray y tendrá que remontar 14 puntos en la vuelta

El Herbalife Gran Canaria sucumbió (89-75) este miércoles en el Abdi Ipekci Arena ante el Galatasaray, ida de semifinales de la Eurocup, con lo que obliga a los canarios a una remontada de 14 puntos dentro de siete días para repetir final continental.

Los de Aíto García Reneses cedieron ante un rival crecido ante su público, un infierno que atenazó el acierto visitante. La diferencia en el rebote y la autoridad defensiva permitió a los turcos romper el encuentro en la segunda mitad. Aún así, el Granca suavizó el golpe.

La renta del Galatasaray estuvo rondando los 20 puntos durante gran parte del segundo tiempo. El desgaste final, con el esfuerzo ante la victoria ante el Laboral Kutxa el pasado domingo pasando factura, redujo la sangría. Sin embargo, el vigente finalista tendrá que apelar a la épica en casa para tumbar al Galata y pelear por el título que le negó el pasado curso el Khimki.

En Estambul, donde sumó el cuadro local su séptima victoria seguida y de manera autoritaria, los de Ergin Ataman fueron un rodillo que desesperó a los canarios. En especial, en la segunda mitad, sin la agresividad necesaria en defensa y en la pelea por el rebote, el Herbalife dejó escapar parte de su billete a la final.

Y es que el conjunto canario sí supo resolver los desajustes en defensa y la falta de acierto del primer cuarto. Los de Aíto suavizaron el arranque agresivo de su rival con la salida desde el banquillo de Oliver y Omic y los triples de Salin. La aportación del pívot esloveno pasó de beneficiosa a vital.

Con Omic en el parqué, el primer parcial cogió color canario hasta el inicio del segundo cuarto (11 puntos). Sin embargo, el Granca le echó de menos en su paso por el banquillo y de cara al descanso el conjunto turco logró distancias en el marcador (49-42). El Galata se apretó en defensa y contó con un inesperado Chuck Davis.

Lasme, en los primeros minutos, y después Micov y McCollum marcaron las diferencias ante un Herbalife necesitado de puntos. Báez amagó con enchufarse, después de un buen final de primera mitad y la reanudación con triple, pero quien pilló carrerilla fue el cuadro local (57-45). El desánimo llegó a la defensa amarilla.

El cuadro turco olió sangre y puso en escena su potencial ante la opción de romper el partido. Cada intento de meterse en la pelea en los de Aíto encontró respuesta rotunda en las figuras locales. En cambio, el Gran Canaria no encontró los argumentos ofensivos necesarios para rivalizar con los turcos.

Los 10 rebotes de Schilb, otros tantos de Davis más 18 puntos, el despertar de Koksal, y los ya mencionados Lasme, Micov y McCollum fueron demasiado para los de Aíto. Un Granca obligado ahora a demostrar el carácter y la calidad que le han permitido en los últimos años codearse en finales de Eurocup y Copa del Rey.


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