El GranCa sigue en caida libre y cae en su visita al Buducnost

El Herbalife Gran Canaria sumó su quinta derrota consecutiva en la Euroliga tras perder a manos del Buducnost montenegrino (75-70) en un partido donde el combinado español siempre tuvo opciones de victoria pese al acierto infinito de Norris Cole, el auténtico protagonista del choque con 20 puntos, 5 rebotes y otras tantas asistencias.

El Granca puede comenzar a despedirse del sueño de los playoffs en el que año que disputó por primera vez en su historia la máxima competición continental. Aun quedando opciones, tras 20 jornadas disputadas, el equipo de Víctor García es antepenúltimo clasificado y tiene el corte a cuatro victorias. Sin embargo, la dinámica del equipo canario no apunta al milagro.

Este viernes no arrancó de la mejor manera, pero el segundo cuarto corrigió los errores del Herbalife y permitió ver un buen encuentro. Los puntos de Cole, la imprecisión de los insulares y el atrevimiento de Sim-Sander Vene marcaron el primer asalto, del que salió bien parado Gran Canaria (27-24) a pesar de las imprecisiones iniciales y del hambre de los jugadores interiores del Buducnost.

Los pupilos de Jasmin Repesa, viejo conocido de la afición española, sufrieron la reacción del Granca, sobre todo por la mejora en el rebote y los movimientos que ajustaron la finalización de las jugadas. Un triple de Eriksson devolvió la igualdad al choque (29-29) y Pasecniks adelantó a los suyos por primera vez en todo el encuentro a los 15 minutos (29-31).

Ahí nació un nuevo partido. No importó que el Gran Canaria estuviese tres minutos sin anotar pues Albert Oliver sacó la casta para devolver el equilibrió al marcador. Fue entonces cuando Goga Bitadze reclamó los focos y acaparó la atención con 16 puntos, muchos de ellos con gran practicidad. Jackson y Clark completaron su trabajo desde el exterior.

Sólo Vene pudo sostener el arreón de los montenegrinos, pero la presa terminó cediendo todo su contenido. Bitadze siguió de dulce, Rabaseda falló un triple -algo acelerado- y el Buducnost aprovechó la coyuntura para estirar su renta (68-63) y minimizar a los canarios, cuya intensidad dejó que desear en el tramo final del encuentro.

Cole se gustó con dos buenas acciones y certificó el triunfo del cuadro local, que ha firmado pleno contra los equipos españoles al calor de su público. Un triunfo, sin embargo, que no le garantiza seguir con vida en la Euroliga. Ni a ellos, ni a su víctima le hubiese servido de mucho más allá de pegarse un capricho. El Granca pone sus miras en la Liga ACB para dejar de pasar apuros.


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