El Girona silencia la Romareda y deja al Zaragoza casi KO

El Girona derrotó con autoridad al Real Zaragoza (0-3) en el partido de ida de las semifinales del 'play-off' de la Liga Adelante, disputado este jueves en La Romareda, gracias a un doblete de Jaime Mata, un cabezazo de Florian Lejeune y las paradas mágicas de Isaac Becerra.

El conjunto de Pablo Machín, que se quedó con la miel en los labios el pasado domingo, dio un paso casi definitivo para jugar la final por el ascenso ante el vencedor del Valladolid-Las Palmas. Este jueves, pese a su mal comienzo, pudo obtener una renta muy jugosa para seguir soñando con Primera División.

El Zaragoza comenzó llevando la iniciativa y busco con ahínco la meta de Becerra. Primero fue Rubén con un cabezazo en el corazón del área y después, Willian José con un lanzamiento lejano. En las dos ocasiones se topó el cuadro maño con una excelente versión del meta rojiblanco, el más destacado en los primeros 10 minutos.

Sin embargo, y pese a otro disparo peligroso de Vallejo, el Girona pudo adelantarse tras un error de su portero Whalley, que jugó en sustitución de Bono --el meta habitual del Zaragoza--, y convocado con la selección de Marruecos esta semana. Whalley no agarró el cuero al borde del área y un inteligente Mata provocó el fallo.

El ex del Rayo B y Lleida batió sin oposición a los aragoneses y estableció el 0-1. Para colmo de los de Ranko Popovic, Lejeune marcó de cabeza el segundo a la salida de un córner. Un gran gol favorecido por los fallos en las marcas que liberaron al jugador parisino. El 0-2 mató a un Zaragoza que echaba de menos a su goleador Borja Bastón.

Su mejor hombre este curso, lesionado con una rotura fibrilar, estará listo para el partido de vuelta, pero quizá sea demasiado tarde tras el resultado de este jueves. Y es que --pese a la insistencia local-- fue otra vez el Girona quién besó las redes rivales. Mata, en una acción personal, terminó de matar a su rival.

Un balón al costado derecho terminó en los pies del delantero madrileño, que no se lo pensó y fusiló a Whalley. El 0-3 cerró el encuentro, aunque antes Becerra tuvo que sacar brillo a sus guantes en dos acciones de Dorca y Willian José. El triunfo más abultado que merecido condena al Zaragoza a un milagro el próximo domingo. El Girona, por contra, sigue dándole cuerda al sueño.


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