El Madrid se queda a la orilla y cede en su visita al Galatasaray

El Real Madrid perdió este jueves ante el Galatasaray (87-84), penúltimo clasificado de la Euroliga, en un partido donde los pupilos de Pablo Laso se quedaron muy cerca de culminar una nueva remontada épica después de ceder 18 puntos de renta a un rival que le cosió a triples con un porcentaje que no refleja su deprimida situación tras 24 jornadas.

El Galatasaray había ganado uno de sus seis últimos partidos -contra el Barça- y este jueves, en Estambul, estuvo apunto de ser hechizado por el campeón español, pero los de Ergin Ataman mostraron una inspiración inusual desde el perímetro con 14 triples anotados. Todo le salió al cuadro otomano que vivió su gran noche en la Euroliga.

Motivados por enfrentarse al líder de la máxima competición continental, el Galata aprovechó su buen comienzo para marcar las distancias con el Madrid. Sinan Guller, con nueve asistencias y seis puntos, se bastó y se sobró para dirigir a los suyos con mucho criterio. Ante el espectáculo local, los de Laso solo encontraron consuelo en los puntos de Luka Doncic, que estrenó mayoría de edad.

La prueba fueron los 6 triples anotados entre el primer cuarto y el minuto inicial del segundo. Una auténtica metralleta sin error canalizado en manos de Austin Daye (4/6) y Jon Diebler (5/5). Por mucho que el Real Madrid mejorase su versión, y así lo hizo, el Galatasaray estuvo pletórico y demoró la reacción de los flamantes campeones de Copa.

Pero llegó. Esa reacción llegó y el miedo hizo acto de presencia en el Abdi Ipekci Arena, no acostumbrado a muchas alegrías esta temporada. Randolph, Doncic, los robos de Rudy Fernández y los puntos de Jayce Carroll -incombustible- permitieron al conjunto merengue darle la vuelta al marcador y levantar 18 puntos. El milagro estaba hecho.

O eso creyó un Real Madrid que pasó del 68-50 al 80-84 en apenas cuarto y medio. Los cinco minutos del asalto final fueron un clínic de los madridistas, cuya ectividad fue máxima en todas las facetas de la cancha. Además, la muñeca engrasada de sus oponentes dejó de estarlo en el momento más decisivo. La épica había vuelto a dar resultado.

Sin embargo, dos pérdidas en ataque y un enmarañado final -con apenas minuto y medio por jugar- dieron licencia al Galarasaray a sumar la octava victoria del curso, infligir la segunda derrota blanca tras el resbalón contra Gran Canaria y retrasar la condición de cabeza de serie en los 'play-offs' para un Real Madrid que seguirá líder aunque CSKA gane su partido este viernes en el Palau Blaugrana.


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