Messi y Suarez rescatan un punto para el Barça en un duelo

El Villarreal CF y el FC Barcelona han empatado este martes (4-4) en el Estadio de la Cerámica en un partido loco que empató Luis Suárez para el equipo blaugrana en el último suspiro para igualar el 4-2 que situaba al Submarino en la euforia tras remontar un 0-2 inicial, y un resultado que deja tocado moralmente a los locales y algo más aliviado al líder, que recibirá al Atlético el sábado con 8 puntos de ventaja.

Justo antes del descuento el Villarreal ganaba 4-2 y la Cerámica celebraba la remontada y el poder respirar una jornada más, pero una falta directa de Leo Messi y un disparo lejano imparable de Luis Suárez igualaron el partido, obligaron al Submarino a repartir el botín de puntos y no sólo pararon la fiesta en Villarreal sino también en Madrid, la de un Atlético de Madrid que se veía a 7 puntos.

La siguiente jornada depara un duelo directo, casi una final, por LaLiga Santander cuando el Atlético visite al Barça en el Camp Nou. Finalmente lo hará estando a 8 puntos del líder, un Barça que jugó mal en Villarreal, sobre todo en una defensa huérfana de Gerard Piqué, pero que sacó su pundonor para hacer vivir otra pesadilla al Submarino cerca del pitido final.

La última jornada dejó tocado al Villarreal, que se adelantó 0-2 en Balaídos en la primera parte y vio cómo el Celta de Vigo, rival directo en la lucha por evitar el descenso, le remontaba hasta el 3-2 final. Esta noche, movidos por esa rabia, le dieron la vuelta a lo sucedido y no sólo levantaron el 0-2 sino que alargaron la fiesta hasta un cuarto gol, obra de un Carlos Bacca que entró de refresco.

Pero de nada les sirvió ya que la montaña rusa en la que estaban ambos equipos montadas deparaba una sorpresa final, una bajada vertical para el Submarino hasta los abismos y una subida con oop para un Barça que, casi sin quererlo, empató. Dos genialidades de sus hombres claves, y un punto salvado para no llegar tan apretados al duelo contra los colchoneros.

Una salvación agónica cuando todo apuntaba a goleada blaugrana tras el primer cuarto de hora de un partido eléctrico, con 0-2 para los de Ernesto Valverde y actuación destacada de Malcom o Philippe Coutinho, autores de los goles. Pero no cerró el duelo el Barça, que tenía en Marc-André Ter Stegen a su salvador hasta que el Villarreal afinó puntería y empezó la remontada.

Sólo ha ganado tres partidos esta temporada el Submarino amarillo en el Estadio de la Cerámica, y el cuarto triunfo se les resistió pese a trabajar para ponerlo de cara. Iba a llegar en el mejor momento para ellos, para coger aire e intentar alejarse del descenso, y para el Atlético, pero el buen hacer de Chukwueze o Ekambi no pudo evitar otra pesadilla como la de Balaídos.

Quedaba tan poco tiempo que parecía que de nada iba a servir el 4-3 marcado de falta directa magistral por Leo Messi, con el Villarreal ya con un hombre menos por la expulsión de Álvaro en el minuto 86. La obra del '10', que jugó la última media hora, en el minuto 90 hizo pensar al Barça en la machada y, en un duelo emocional y de altibajos de cabeza, salió ganando el equipo culé con el empate final.

Malcom regaló el primer gol a Coutinho y anotó el segundo rematando de cabeza, cruzado sobre Sergio Asenjo. Ello en un cuarto de hora en el que Ter Stegen evitó los goles de Iborra y de Chukwueze todavía con empate a cero. Perdonó luego el Barça el 0-3, con palo incluido de Coutinho en una vaselina sobre Asenjo, y ahí llegó el primer giro de guión de la noche de suspense.

Las palomitas fueron gran acompañante para los amantes del fútbol ante los televisores, sobretodo para los neutrales al no sufrir por el devenir de ningún equipo. Y es que Samu Chukwueze, brillante cada vez más pulido, acortó diferencias antes del descanso tras recoger un disparo rebotado del palo, a disparo propio, y enviarlo a la red.

Ahí se animó el Villarreal. Con Samuel Umtiti muy lento como central diestro, siendo zurdo, y Lenglet obligado a tapar demasiados espacios, los rápidos Chukwueze y Ekambi tuvieron campo para correr y metros para romper a sus marcadores. El empate fue de Ekambi, a la contra y engañando a un Ter Stegen que esperaba un centro y no un disparo cerrado, e Iborra consumó la remontada cruzando un balón al alemán.

El Barça, perdido, aunque justo acababa de entrar Messi al campo, no pudo cambiar las tornas. Los blaugranas estaban en caída libre y Bacca, refresco desde el banquillo, puso el 4-2 en otra contra. Cielo amarillo e infierno blaugrana que Messi y Suárez hicieron intercambiar de colores. El Villarreal suma un punto pero se va pensando en que ha perdido dos, y el Barça recibirá al Atlético con menos distancia pero, en casa, obligados a ganar y a avistar el título.


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