La selección francesa
de balonmano agigantó su leyenda tras revalidar hoy el oro olímpico que
conquistó hace cuatro años en Pekín, al imponerse por 21-22 a Francia en una final en
la que Suecia, pese al magnifico partido de Jonas Larholm y Johan Sjostrand,
volvió a quedarse a las puertas del triunfo final.
Una experiencia que ya conoce de sobra el conjunto nórdico,
que con esta es la cuarta ocasión que debe conformarse con la plata en una
final olímpica, todo lo contrario que Francia, que en las dos finales que ha
disputado, siempre le ha sonreído la victoria Maleficio que Suecia salió hoy
dispuesta a romper de una vez por todas, y para ello no dudó en apropiarse del
espíritu de la legendaria selección nórdica, que de la mano de los Wislander,
Magnus Andersson o Svensson dominó con puño de hierro el balonmano mundial
durante la década de los noventa.
No en vano, en el banquillo sueco figuran dos de los
principales artífices de los incontables éxitos de aquel mítico equipo, los hoy
entrenadores Staffan Olsson y Ola Lindgren, que al igual que entonces han
sentado las bases del éxito en una sólida defensa y una extraordinaria
portería.
Y es que Johan Sjostrand, el héroe de los cuartos de final
ante Dinamarca, salió dispuesto a honrar a la magnifica saga de porteros
suecos, que desde Matts Olsson a Peter Gentzel, pasando por el incombustible
Tomas Svensson, han convertido a la escuela de este país nórdico en una de las
mejores del mundo.
Pero si Sjostrand salió dispuesto a hacer historia, no menos
"enchufado" arrancó el partido el guardameta francés Thierry Omeyer,
que sólo reconoce una leyenda, la suya propia y la del equipo francés, el único
en la historia capaz de encadenar el título olímpico, mundial y continental.
Cuatro minutos de superioridad que un conjunto tan
experimentado como el francés no desaprovechó para abrir, de la mano de unos
acertados Jerome Fernández y Xavier Barachet, una brecha de hasta tres tantos
(7-10), que dado el desarrollo del duelo se antojaba como un auténtico botín.
Tal y como se pudo comprobar en el arranque de la segunda
mitad, en el que los de Claude Onesta supieron administrar con maestría su
ventaja, pese al empeño de Jonas Larholm, que hoy sí acreditó la fama que le
precede desde sus ya lejanos años de juvenil.
Sin la posibilidad de contar con la colaboración del
lesionado Dalibor Doder, que fue cambiado antes del inicio del encuentro por un
inédito Mattias Zakrinsson, el excentral del Barcelona asumió toda la
responsabilidad ofensiva en el conjunto sueco.
Una inmejorable decisión, visto el amplio muestrario de
goles y asistencias que desplegó Larholm, que por sí solo, permitió a Suecia
reducir su desventaja a un único tanto (15-16) apenas superado el ecuador del
segundo tiempo.
Pero al igual que ocurrió una exclusión, en este caso del
lateral Kim Ekdahl du Rietz, volvió a dar alas al equipo francés, que no
desaprovechó la ventaja numérica para entrar en los últimos diez minutos de
partido de nuevo con tres goles de diferencia (15-18) en el tanteador.
Una renta que parecía definitiva ante la habitual solvencia
en este tipo de situaciones del equipo francés, pero ni Sjostrand, ni su
compañero, el también guardameta Mattias Andersson, estaban dispuestos a
rendirse tan fácilmente.
Como evidenciaron con dos magnificas paradas a los
lanzamientos de Luc Abalo y Michael Guigou, que estrelló un penalti sobre el
cuerpo de Andersson, dando la posibilidad a Suecia de volver a meterse en una
final, que pocos minutos antes parecía perdida.
Una derrota que planeo por la mente de los franceses con la
exclusión a menos de dos minutos para el final de Nikola Karabatic y la
transformación del consiguiente penalti por parte de Niklas Ekberg, que dejó el
marcador en un ajustado 20-21 a
poco más de un minuto para la conclusión.
Situación extrema que salvó para Francia el siempre
espectacular Abalo, que recordó la anterior parada de Sjostrand y batió por con
un preciso lanzamiento al meta sueco, poniendo el 20-22, que ya haría inútil el
último gol (21-22) de Ekdahl du Rietz.
Suecia 21:
Sjostrand; Ekberg (6, 2p), Kim Andersson (3), Karlsson (-), Jernemyr (-),
Kallman (2) y Larholm (5) -equipo inicial- Mattias Andersson (ps), Gustafsson
(-), Jakobsson (-), Petersen (2), Ekdahl du Rietz (2), Zakrisson (-) y Nilsson
(1)
Francia 22:
Omeyer; Abalo (4), Barachet (4), Karabatic (1), Narcisse (4), Guigou (5, 3p) y
Sorhaindo (1) -equipo inicial- Karaboue (ps), Fernández (2), Dinart (-),
Guillaume Gille (-), Bertrand Gille (-), Honrubia (-) y Accambray (1)
Marcador cada cinco
minutos: 1-2, 3-2, 5-5, 7-7, 8-10 y 8-10 (Descanso) 11-14, 12-15, 14-16, 15-18,
18-21 y 21-22 (Final)
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