La selección española de waterpolo femenina hizo este
miércoles historia al vencer a Hungría 9-10 en la semifinal del torneo de los
Juegos de Londres y clasificarse así para la final, lo que les asegura la
consecución de medalla en unas Olimpiadas en las que se estrenaban por primera
vez.
Su determinación,
no obstante, quedó patente desde el principio del encuentro. Llegaron a la
capital británica tras haber ganado el Preolímpico de Trieste (Italia) en
abril, donde dejaron fuera a las campeonas mundiales, Grecia, gracias a una
voluntad que quedó de nuevo patente en el Waterpolo Arena del parque de
Stratford donde, salvo el empate contra las norteamericanas, contra las que
lucharán este jueves por el oro, cuentan los partidos por victorias.
Las españolas
salieron con hambre de podio a la piscina del Waterpolo Arena y antes de los
primeros 30 segundos, Anni Espar había inaugurado el marcador en un certero
lanzamiento lejano contra el que nada puedo hacer la portera Flora Bolonyai,
quien se vio sorprendida poco después en el contragolpe de las de Miki Oca, que
lograron materializar su segundo acercamiento consecutivo para ponerse con 2-0
superados los dos minutos.
No tardaron, no
obstante, sus rivales es estrenarse en el marcador, con un lanzamiento de Dora
Antal que, no obstante, no logró desanimar a un combinado español que contaba
con un seguro de vida bajo los palos de Laura Ramos y un poderoso juego
defensivo. El problema arriba, sin embargo, los palos contra los que daban las
llegadas de las españolas, que no lograban aprovechar la superioridad numérica.
Aún así, se fueron
al término del primer cuarto un tanto por delante (2-1), en un equilibrio de
fuerzas en el que la certeza en el pase fue clave para España, que mantenía una
agilidad en el movimiento de la pelota que le permitió ponerse tres goles arriba
al principio del segundo cuarto (1-4), gracias a una magnífica coordinación que
culminó la derecha de una Ona Meseguer que se quedó sola ante la guardameta
magiar.
España dominaba y
comenzaba a imponer su superioridad, con jugadas de precisión como la que
protagonizaron la capitana, Jennifer Pareja, en una gran asistencia a Espar
para rubricar el 2-5. El veneno de sus rivales estaba en un juego agresivo que
abría vía a la superioridad numérica de una España que aprovechó la expulsión
de Dora Csabai para aumentar la renta a cuatro en un excelente disparo desde
lejos de Roser Tarrago (3-7).
Un penalti que
acarreó expulsión para Pili Peña y que materializó Antal redujo distancias, que
se hicieron más cortas aún al acercarse el ecuador del encuentro, cuando un
disparo certero de Rita Keszthel dejó en el marcador un 5-7 que mostraba el
aumento de la presión ejercido por las húngaras en la final del segundo cuarto,
aprovechando un momentáneo bajón de concentración en las de Miki Oca.
El tercer cuarto
era, en consecuencia, un juego de planteamientos tácticos que para las
españolas suponía mantener el resultado y para sus rivales, la remontada. Esta
determinación premió las húngaras a los dos minutos con el primer gol del
tercer tiempo, para situarse a tan sólo un tanto de un conjunto ante el que no
se había visto por delante hasta entonces y al que no lograría superar en todo
el partido. Una evolución que suponía la prueba viva de lo que pasaba en el
agua y que llevó a Roser Tarrago a aprovechar una asistencia de Pareja para
recuperar ventaja con un nuevo disparo lejano (6-8).
Las españolas
aguantaban, y aunque la presión de sus rivales, al igual que la agresividad de
su estilo, era permanente, la constancia de las Oca les permitía mantener la
renta de dos arriba gracias a grandes jugadas en las que Espar, una de las
jugadoras del encuentro, ejercía un rol fundamental. Sólo los palos impedían
que la renta no fuera mayor, para frustración de unas húngaras que se mostraban
más dubitativas en el ataque, gracias, principalmente, a la reconstitución de
la férrea defensa española y una Ramos en estado de gracia.
Como resultado, un
solo cuarto separaba a las españolas de la gloria de la final, con la que se
aseguraban medalla en su primera participación en unos Juegos. Con dos goles de
ventaja (7-9), el último tiempo era cuestión de aguantar el resultado, frente a
unas húngaras que veían cómo la barrera de la defensa se convertía en un muro
infranqueable.
Al ecuador del
último cuarto, el marcador no se había movido, hasta que una gran asistencia de
Jennifer Pareja dio a Maica García la llave para la renta de tres goles de una
España que aprovechó la superioridad numérica (7-10). Aunque la capitana
húngara redujo distancias hasta en dos ocasiones, la última en el definitivo
segundo, el partido concluyó con las españolas como reinas del Waterpolo Arena
(9-10).
En la final las
espera Estados Unidos, el único rival en este estreno olímpico al que las
españolas no lograron batir. En su partido de clasificación obtuvieron un
empate a nueve que, sin embargo, supo a victoria, puesto que fue el resultado
de una remontada de las Miki Oca, que se han convertido en una de las sorpresas
más agradables de la delegación española en estos Juegos de Londres.
HUNGRÍA 9: Flora Bolonyai (P),
Edina Gangl (P), Dora Czigany (1), Dora Antal (2), Hanna Kisteleki, Gabriela
Szucs (2), Orsolya Takacs, Rita Dravucz (2), Rita Keszthelyi (1), Ildiko Toth,
Barbara Bujka (1), Dora Csabai y Katalin Menczinger, Edina Gangl.
ESPAÑA 10: Laura Ester (P), Ana
Copado (P), Marta Bach, Anni Espar (4), Roser Tarrago (2), Matilde Ortiz,
Jennifer Pareja, Lorena Miranda, Pilar Peña (2), Andrea Blas, Ona Meseguer (1),
Maica García (1) y Laura López.
PARCIALES: 1-2, 5-7,
7-9, 9-10.
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