El Espanyol en semis pese a caer ante un Sevilla falto de juego

El RCD Espanyol logró esta noche pasar a las semifinales de la Copa del Rey pese a perder por 1-0 ante un Sevilla falto de ideas y al que le pudo la ansiedad de tener que remontar el 3-1 que encajó en la ida, pues no creó un juego fluido y careció de remate para superar a un rival muy serio y ordenado.

Al Sevilla le pesó mucho el mal resultado de la ida, marcó por medio de Diogo a dos minutos del final, pero se marchó decepcionado al no poder alcanzar su séptima semifinal copera en las últimas doce campañas, mientras que el Espanyol, que controló bien sin encerrarse en su campo, consiguió la gloria de sacar una difícil eliminatoria y jugará su tercera semifinal en las últimas dieciséis temporadas.

Los dos se jugaban mucho y salieron con todo. El técnico local, Unai Emery, que dio descanso en la ida a titulares como el meta Beto o Daniel Carriço, puso un once ofensivo con el francés Gameiro y el colombiano Bacca arriba, con Deulofeu y Denis Suárez en las bandas y Carriço e Iborra en el medio ante la lesión del polaco Krychowiak.

Sergio González no le anduvo a la zaga pese al 3-1 que su equipo traía de Cornellá. Con dos cambios en su once respecto a la ida: el central mexicano Héctor Moreno por el argentino Diego Colotto y el joven extremo Lucas Vázquez por Paco Montañés, no salió a encerrarse y confió su pegada en el ecuatoriano Felipe Caicedo y Sergio García.

Muy bien situado desde el inicio, con orden y apareciendo en ataque para no verse agobiado atrás, el Espanyol fue el primero en avisar ante un Sevilla aturullado. A los dos minutos, el lateral Anaitz Arbilla lanzó una falta a la cruceta derecha de la meta de Beto. Mientras, los sevillistas lo intentaban, pero sin claridad.

Con la ansiedad de tener que hacer dos goles y pese al empuje de su afición, que llenó el Pizjuán, Gameiro no llegó por poco a un pase de Denis Suárez que atajó el joven portero Pau López y Bacca remató desviado un centro de Deulofeu en el primer cuarto de hora.

Pero el Sevilla, sin recursos ni dinamismo, se fue diluyendo con un juego espeso que no inquietaba a la zaga de los 'pericos', que, además de no perder nunca el sitio, llegaban de vez en cuando al área sevillista como en dos acciones que no aprovechó Sergio García.

El Espanyol cerraba los espacios. Su gran colocación desquiciaron a los de Emery, que nunca hallaron el camino para hacer daño a un rival que gestionó mejor una primer parte en la que no pasó apuros.Tras el descanso, el Sevilla buscó la reacción al quedarse en la caseta dos defensas, Coke y Nico Pareja, y entrar el lateral luso Diogo y el argentino Éver Banega, un jugador más creativo, que firmó el primer tiro local entre los tres palos a los 50 minutos, pero muy flojo, aunque se le vio otra actitud, más intensidad y más llegada.

Los hispalenses mejoraron mucho. Banega aporto claridad y, con más ideas, despertó al ataque sevillista, que avisó con un fuerte tiro Iborra que se fue alto y, sobre todo, con otro de Gameiro que dio en el lateral de la red antes del ecuador de la segunda parte.

El Espanyol, que refrescó su ataque con la entrada del uruguayo Stuani por Caicedo y luego reforzó su defensa con Colotto en lugar de Víctor Álvarez, no perdió el sitio, pero sí sufrió bastante más pese a salir en un par de contras, con Sergio García como estilete.

El Sevilla tuvo la posesión del balón y buscó con ahínco el gol, como en un remate mediado este periodo de Deulofeu, pero sin ocasiones claras. Le faltaba el último pase y no sabía cómo desarmar a un cuadro blanquiazul que no se echó atrás, no pasó agobios y aguantó bien desde la fe, el derroche de fuerzas y la inteligencia.

Carlos Bacca tuvo el 1-0 a los 84 minutos, pero el colombiano, como todo su equipo, no estuvo hoy afortunado y cabeceó fuera con todo a favor. Sí acertó, cuatro minutos después, el portugués Diogo Figueiras con un derechazo desde fuera del área que se coló por la escuadra de la meta de Pau López, lo que dio paso a la heróica.

Al Sevilla le quedaban dos minutos más otros tres que se dieron de tiempo añadido. El Sevilla lo intentó a base de casta pero le faltó tiempo, y sobre todo claridad y más remate mucho antes de adelantarse en el marcador, para completar la remontada ante un Espanyol que lo dio todo para pasar a semifinales y logró el premio.


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