El Madrid recupera el factor campo tras vencer en Turquia al Darussafaka

El Real Madrid consiguió poner un importante 2-1 en el tercer partido de los cuartos de final del play-off de la Euroliga ante Darussafaka Dogus (81-88), gracias al gran encuentro de un Luka Doncic que fue titular y que se redimió de sus anteriores actuaciones demostrando, junto al acierto de Carroll en el perímetro y Ayón bajo canasta, la superioridad blanca, dejando atrás la derrota cosechada la pasada semana en Madrid y volviendo a poner por delante a los merengues en una serie muy igualada que podrá resolver el próximo viernes también en el Volkswagen Arena.

No dio pie a la sorpresa esta vez el conjunto de Pablo Laso pese a perder la ventaja de campo el pasado viernes en el WiZink Center y acabó con su maleficio en Estambul, donde se derrumbó el curso pasado en el play-off ante el Fenerbahce y donde había sumado esta temporada dos derrotas en sus tres visitas, una de ellas precisamente ante los de Blatt. No dejó de esta forma los deberes para este viernes, frenando con solvencia los últimos arreones turcos y mejorando en el acierto de cara al aro, del que cobró protagonismo un reaparecido Doncic y un iluminado Jaycee Carroll.

Con la serie igualada (1-1) después de los dos primeros capítulos en Madrid, el conjunto blanco contaba con la obligación de reaccionar en el partido clave de los 'play-off' para no rozar la eliminación, y esta vez, lo hizo sin acusar un nuevo mal arranque que le mermase el resto del choque. La aparición estelar en el quinteto inicial de un -hasta este miércoles- impotente Luka Doncic se antojó clave para que los de Laso firmasen los mejores minutos de toda la eliminatoria.


El base esloveno se quitó por fin la espina con 8 puntos en el primer periodo, dentro de un comienzo tenso y muy animado (9-14), actuando como escolta para un Sergio Llull al que liberó en gran parte de sus particulares lanzamientos arriesgados. Mejoró notablemente el cuadro merengue en la circulación de balón, lo que provocó que los francotiradores blancos se enchufasen en el lanzamiento exterior y solventasen una asignatura pendiente tras el poco acierto del pasado viernes.

Los de Pablo Laso se pusieron esta vez sí el mono de trabajo en defensa, algo que costó más de lo esperado en el WiZink Center, gracias en gran parte a un Gustavo Ayón pluriempleado al que solo consiguió superar bajo el aro el gigantón Zizic. Frenando el peligroso descaro ofensivo en el uno contra uno de los jugadores exteriores estadounidenses, especialmente del siempre mortífero Wanamaker, el Madrid cobró un parcial de 0-9 para poner una ventaja de 14 puntos (11-25) tras un inoportuno tiempo muerto de Blatt.

Como ya advirtió Laso de los otomanos al conocer el emparejamiento, el conjunto local demostró una vez más su capacidad de concentración y no se desconectó pese a encontrarse por debajo en el marcador. El bajón madridista al término del primer periodo (17-26) y en el inicio del segundo dio alas a Darussafaka para recortar distancias, algo que se encargó de sofocar un incombustible Carroll (21 puntos) para recuperar la máxima ventaja acompañado con otro triple imposible de Llull (27-41).

Se fue de esta forma al descanso (33-46) el campeón de la fase regular haciendo gala de una solvente defensa y, sobre todo, de una soltura sin igual en ataque de la que participaron también sus actores secundarios. Mantener ese importante colchón de ventaja y no echar a perder las buenas sensaciones de los primeros veinte minutos era el objetivo marcado por Laso. Sin embargo, el guion que podía intuirse tras el paso por los vestuarios no fue ni mucho menos el previsto, con un 8-0 inicial en apenas minuto y medio comandado por la dirección turca de Wilbekin.

Avisados de los novicos arreones finales de los de Blatt, el Madrid tuvo que encontrar la luz en sus habituales salvadores. El titán Ayón en la zona, los triples de Carroll (5/8), las ráfagas anotadoras de Llull y un inspiradísimo Doncic -MVP del partido- fueron el sustento blanco para hacer frente al cuadro turco, que en ningún momento tiró la toalla e hizo estragos una y otra vez desde el perímetro con sus tiradores norteamericanos (58-70).

Wilbekin generaba los espacios y Wanamaker, con la muñeca caliente, se encargaba de aprovecharlos para meter la directa y recortar la diferencia a 9 puntos en el inicio del cuarto periodo. Un 3+1 de Bertans, que significó además el bonus visitante, fue la mecha que encendió a la grada turca en los minutos finales, en los que se intuía una conclusión tan apretada como la vivida hace menos de una semana. Darussafaka había vuelto al partido de nuevo favorecido por una cifra de asistencias (18) apenas vista esta temporada en el Volkswagen Arena.

Sin embargo, ante el empuje y el miedo con el que el conjunto turco intentó atemorizar a los de Laso, el conjunto madridista no se amilanó. Ahí, cuando más falta hace, volvió a aparecer la calidad del mejor jugador del choque, Doncic, y dos canastas fundamentales de Llull. La primera desde el tiro libre levantándose por encima de los brazos turcos, y la segunda con una 'bombita' prácticamente sin opciones aparentes que, en gran parte, significó el 2-1 en la serie. Dos acciones que decidieron el choque y hundieron a los turcos, que esta vez no pudieron obrar la gesta de dejar al borde del precipicio al Madrid.


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