La version B del Madrid se exhibe y golea al Deportivo en Riazor

El Real Madrid logró una abultada victoria este miércoles ante el Deportivo de La Coruña (2-6) y enterró la derrota en el Clásico del pasado domingo gracias a una exhibición de Isco, el mejor jugador del encuentro, para seguir dependiendo de sí mismo en su afán por conquistar el título de Liga.

El conjunto de Zinédine Zidane apenas tardó 40 segundos en inaugurar el marcador con un zapatazo de Morata. El canterano engrasó a la víctima e Isco, líder de la 'segunda unidad' de los merengues, perforó las debilidades de los gallegos, un muñeco en manos de este Real Madrid que volvió a demostrar sus virtudes sin los quilates.

Sin Cristiano, ni Bale -lesionado- ni Kroos, que también se quedó en la capital por descanso, los blancos no echaron de menos a nadie, ni tan siquiera a su capitán Ramos en un partido donde Nacho y Varane suplieron con nota al 4 del Real Madrid. Además, el colombiano James estiró su inspiración y no quiso perderse la fiesta con un doblete.

El Madrid tiene un plan B que parece un plan A. Ya le funcionó en Eibar, Leganés y Gijón -donde sudó la gota gorda- y también en Riazor, otrora un estadio maldito hasta el taconazo de Guti que marcó Benzema. Precesimente el francés, que estuvo en el banquillo, no hizo falta ni que se vistiese de corto para diseccionar a un Dépor que ofreció muy poco.

No estuvo Benzema, con la pólvora en la recámara, pero sí un Morata que no desaprovecha cada oportunidad que le da Zidane. Isco regateó hasta la Torre de Hércules antes de regalar a su compañero el primero. Cuarto de hora después fue James quién selló el 0-2 tras un centro de Danilo desde la derecha.

Esa fue la respuesta del Real Madrid al 7-1 del Barça ante Osasuna. El eterno rival, después de asaltar el Bernabéu en el último minuto, metió presión horas antes de que los de Zidane saltasen al verde de Riazor. El gol llegó instantes después de que Marco Asensio la llevase al palo con un disparo cargado de intención.

El Madrid vencía 0-2 a los quince minutos, pero su excelente pegada se vio comprometida con los espacios en el área propia. Ahí no lo pasó bien el campeón de Europa, que encajó el 1-2 en botas de Andone cuando Kiko Casilla salió a taponar una jugada escorada.

El gol inquietó a los blancos, confusos por momentos, pero en absoluto perdidos para gestionar el encuentro. Kovacic disfrutó de buenos minutos y Lucas Vázquez comenzó a dejarse ver por lo costados. No sólo Isco hacía diabluras por dentro, sino que el gallego también se sumó con su verticalidad y su gol, el 1-3, al borde del descanso.

En la segunda mitad apenas hubo partido cuando James volvió a llevarse los dedos a la cabeza en lo que ya se ha convertido su celebración de referencia en las últimas semanas. El cafetero hizo bueno un regalo de Morata y estableció el 1-4 que mató al Deportivo. Los de Pepe Mel apenas buscaron la portería contraria con centros lejanos o alguna incursión.

Así hasta que fue llegando la media docena de goles. El quinto lo firmó Isco, que no quiso marcharse de vacío, mientras que el sexto lo marcó Casemiro, goleador por segunda semana consecutiva, tras un disparo envenenado desde la fronta del área.

Entretanto Joselu, acostumbrado a ver puerta contra los merengues, marcó el segundo de los deportivistas, que deberán seguir peleando por certificar la salvación en las cuatro jornadas que restan. El Deportivo tiene 31 puntos por los 23 del Sporting, el primer equipo que ocupa puestos de descenso.

Los de Zidane, por su parte, continúan con la sartén por el mango pese a la derrota en el Clásico y son conscientes de que la Liga puede estar un poco más cerca tras saldar positivamente su partido en tierras coruñesas. Isco, con magia y talento, hizo que la difícil visita a Riazor acabase siendo un paseo sin rasguños.


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