La selección española de balonmano masculino alcanzó la final del Campeonato de Europa de Croacia 2018 al batir este viernes con brillantez (23-27) a Francia en el Arena de Zagreb, un choque de semifinales de claro color español para cambiar la historia ante los galos y alcanzar la quinta final continental, donde buscará su primer oro ante Dinamarca o Suecia.
Los de Jordi Ribera se tomaron revancha ante una Francia siempre incómoda y verdugo español en cada cruce de las últimas grandes citas, para repetir final europea. España saltó con su mejor versión, con actuaciones destacadas de Eduardo Gurbindo y Ferran Solé, y creció desde una defensa que generó los primeros problemas del torneo para la invicta Francia. Con el 9-15, los Hispanos siguieron mandando hasta ponerse 9 arriba (14-23).
Con todo a favor, con Rodrigo Corrales amargando a los galos bajo palos y el capitán Raúl Entrerríos eclipsando a Nikola Karabatic, España sufrió el carácter francés, el mejor equipo del siglo XXI y ogro nacional en los cruces desde el 2000. En una sequía de siete minutos sin anotar, vio a la campeona del mundo acercarse con peligro en los últimos 10 minutos (20-23). Los de Ribera salieron del bache a tiempo para asegurar la plata y citarse el domingo con el oro.
Los de Ribera entraron con la versión que exigía la cita y Les Experts encontraron un escenario nuevo y adverso. España dejó en nueve goles a su temible rival, se comió en defensa el uno contra uno francés, dio velocidad a su ataque y encarrilló la semifinal al descanso (9-15). Ambos equipos dejaron la firma agresiva con una exclusión para cada en los primeros minuto.
No cabían medias tintas, pero los Hispanos tuvieron también la paciencia necesaria para desquiciar poco a poco a los galos. Eduardo Gurbindo fue el primer gran problema para la campeona del mundo. El lateral derecho del Nantes mostró su calidad de multiusos, para defender, robar y anotar (3-6). España tomó las riendas y no las soltó, a pesar de los cuatro goles de Sorhaindo desde el pivote.
Con una Francia incómoda, el recién llegado Sterbik, sustituto exprés del lesionado Pérez de Vargas, saltó con desparpajo para detener dos penaltis. España bordaba el manual para la añorada venganza, con cinco goles de Ferran Solé y una defensa que secó a Francia durante casi 10 minutos (9-15). Didier Dinart cambió portero, entrando Dumoulin, y Francia se encomendó a Nikola Karabatic.
España siguió minimizando a los galos y Rodrigo Corrales se sumó a la fiesta. Las paradas del meta del PSG abrieron brecha para España y Sterbik se apuntó otro siete metros. Dani Sarmiento dio el ritmo ofensivo y el capitán Entrerríos (6 goles) se quedó con los elogios ante el mejor jugador del mundo. Karabatic no llegó a despertar a pesar de que los Hispanos perdieron fuelle.
El desgaste, lleno de finales anticipadas, en los últimos días, hizo mella en la solidez española. Francia lo aprovechó para amagar con entrar por primera vez en el partido. Joan Cañellas cortó la sangría y España recuperó el timón de un nuevo viaje a las medallas, tras la ausencia en los Juegos de Río y el quinto puesto del Mundial 2017. El barco de Ribera va ya a velocidad de crucero para hacer de la quinta final europea, la vencida.
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