El Atlético de Madrid no logró la victoria (2-2) en el Wanda Metropolitano ante el Eibar, a pesar del doblete conseguido por el protagonista del día, Fernando Torres, en la última jornada de LaLiga Santander en la que un Atlético que no se jugaba nada con el subcampeonato ya certificado, dedicó el partido enteramente a decir adiós al Niño.
El Atleti ha acabado esta temporada 17-18 como segundo clasificado de LaLiga por detrás del FC Barcelona y superando a su vecino y eterno rival, el Real Madrid, después de que el conjunto blanco no pudiese superar (2-2) en el Estadio de la Cerámica al Villarreal otorgando al cuadro colchonero el subcampeonato.
Los chicos del Cholo venían de resaca tras ganar la Liga Europa, la tercera de su historia, al Marsella en Lyon, y de celebrar el título con toda la hinchada rojiblanca en la fuente de Neptuno. Algo que no les impidió competir contra el Eibar para llevarse un punto y finalizar con 79. Pero lo verdaderamente importante fue la despedida del ídolo Torres que en su último partido anotó dos dianas que todo aficionado rojiblanco recordará.
La primera parte comenzó con el Atlético volcado arriba buscando constantemente a Torres para que marcarse su gol de despedida. El Metropolitano era una auténtica fiesta con cada balón que tocaba 'El Niño'. Durante los primeros 45 minutos los fallos en la medular eran constantes y solo un error de la defensa colchonera dio la oportunidad al Eibar que no desaprovechó haciendo el 0-1 por medio de Kike García.Pero la grada siguió animando y coreando a cada minuto el nombre de Fernando Torres, hasta que al final de la primera parte llegó lo que todo el estadio deseaba. Una rápida contra llevada por Correa sirvió para que el fuenlabreño anotase su gol. 129 en total con Atleti que elevan aún más su figura como leyenda.
La segunda mitad arrancó con el Atleti de nuevo buscando en cada ataque la figura de su capitán en el día de hoy. La entrada de Griezmann, que recibió el cariño de la grada previo reclamo de Godín, y Diego Costa, le dieron más espacios a Torres que en el minuto 58 hizo el doblete desatando la locura en la grada.
La expulsión de Lucas Hernández encendió aún más a la grada que dedicó una sonora pitada al árbitro Álvarez Izquierdo. Con la entrada de Giménez y los tres cambios realizados, Torres jugó los 90 minutos, mandando al traste el plan de Simeone de sustituirle al final para que recibiese la ovación.
El Eibar logró el empate tras un zapatazo desde la frontal de Rubén Peña al que Oblak no pudo llegar. Aún así, el cancerbero esloveno mantuvo su primera posición en la lucha por el trofeo Zamora con 22 goles recibidos, frente a los 28 de Ter Stegen.
Sin embargo el Atlético trató de responder con un gol anulado a Torres, lo que hubiese supuesto despedirse con su primer hat-trick desde su vuelta en 2015. Al menos, El Niño se marchó con una tremenda ovación, el cariño de la grada y sus compañeros, la Liga Europa y un subcampeonato bajo el brazo.
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