Ingram y LeBron James tumban a los Jazz y los Lakers reafirman su

LeBron James llevó a Los Angeles Lakers a su séptima victoria en los últimos ocho partidos, esta vez a pesar de cometer 23 pérdidas de balón frente a unos Utah Jazz (90-83) que se quedaron sin Donovan Mitchell en el segundo cuarto por lesión.

James acabó con 22 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias, aunque fue Brandon Ingram el máximo anotador del duelo, con 24 tantos. Alec Burks fue el mejor de los Jazz con 17 puntos y Ricky Rubio se quedó en 7 puntos (3/12 en tiros) y 5 asistencias. Mitchell cayó lesionado tras haber aportado 4 puntos en una serie de 2/9 de cara al aro.

Con este resultado los Lakers se colocan en el séptimo puesto del Oeste, a tan solo una victoria del primer lugar ocupado por tres equipos: Clippers, Thunder y Grizzlies. En cambio, los Jazz han perdido cinco de sus últimos seis choques.

Los angelinos salieron a morder con un 8-0 de parcial y un 19-8 para comenzar gracias a un motivado Ingram, autor de 11 puntos en el primer cuarto, mientras que Utah, que para entonces llevaba un 5/20 en el tiro (21 por ciento), parecía hundido, tal y como reflejaba el rostro de un descentrado Mitchell (1/8).

El equipo de Snyder mejoró gracias al esfuerzo de Joe Ingles y Thabo Sefolosha (30-27), que también se hacían notar en defensa. Los Lakers alcanzaron las diez pérdidas de balón en 18 minutos, y a pesar de ello, comandaban el marcador con comodidad (36-27).

Sin embargo, Rubio, tras un mal inicio (0/5), estrenó su casillero de puntos a falta de tres minutos para el descanso y llevó a los Jazz a empatar el choque (38-38) tras un parcial de 2-11, justo cuando se dio a conocer que Mitchell había sufrido un golpe en las costillas. Finalmente, el jugador de segundo año no volvió al parqué.

Los Jazz, a pesar de la baja de Mitchell, redoblaron su esfuerzo defensivo con unos imponentes Jae Crowder y Rudy Gobert, en tanto que Alec Burks se encargó de dar a los suyos la primera ventaja del choque (49-51). Mientras, los locales seguían con los mismos problemas en ataque -18 pérdidas- y sumaban únicamente 5 asistencias -todas de James- en 31 minutos de partido.

El conjunto de Luke Walton, que había cometido 21 pérdidas de balón en sus 77 posesiones hasta entonces, se fue al final del 3º periodo con uno de ventaja (64-63) tras dos tiros libres de su estrella.

Estaba claro que el número 23 no iba a dejar escapar este despropósito de partido y se echó el equipo a la espalda (73-67) escudado en la defensa de Lonzo Ball y Caldwell-Pope. Un triple de James dio más impulso (86-77), aunque Burks se negaba a tirar la toalla y desde la personal recortó el marcador a 88-83. A continuación, James colocó un gran tapón a Burks e Ingram finiquitó el duelo desde la personal.


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