Llull y Randolph lideran un triunfo de prestigio del Madrid en el Pireo

El Real Madrid acabó con la maldición de El Pireo este viernes gracias a la victoria sobre Olympiacos (73-79) en la jornada 28 de la Euroliga, dónde los blancos supieron manejar mejor los últimos minutos del partido gracias a Sergio Llull y Anthony Randolph después de un mal comienzo colectivo, y continuar líderes a falta de dos partidos para los play-offs.

El pulso por liderar la Euroliga sigue vivo y el Real Madrid hizo sus deberes contra el Olympiacos en un choque que se hizo cuesta arriba para los blancos después de un mal comienzo y que solo Anthony Randolph primero y Sergio Llull después, ambos con 21 puntos, supieron encarrilar para sumar una nueva victoria y poner el 21-8 en la clasificación general para seguir empatados con el CSKA pero por delante suyo.

Olympiacos solo había cedido en su casa tres partidos de esta Euroliga ante Maccabi, CSKA y Galatasaray, en un pabellón como el De la Paz y de la Amistad, siempre difícil de jugar por la presión del público, y dónde ahora el Real Madrid se suma a la lista.

Con ambos equipos ya clasificados para los play-offs de la Euroliga, y los merengues, además, con el objetivo cumplido de ser cabeza de serie para tener factor campo a falta de tres jornadas para que acabe la fase regular, el partido cumplió con las expectativas cuando se trata de todo un clásico de la competición continental.

Olympiacos comenzó mucho más activo que los blancos, haciendo gala de su potencial físico, sobre todo dominando el rebote y con Nikola Milutinov, que acabó el cuarto con 9 puntos de los 18 totales y firmó su mejor partido (24 de valoración), haciendo daño desde el poste bajo, mientras que los blancos consiguieron no descolgarse sin llegar a realizar un gran partido.

Sergio Llull, una vez más, salvó el primer cuarto, después de que los blancos sufrieran un parcial de 8-0, con un triple en el último segundo que les dejó a tan solo un punto (20-19) y les dio vida. Solo Randolph, con su salida desde el banquillo, puso el ritmo y el físico que le faltaba a los blancos y metió a los de Pablo Laso en el partido haciendo gala de playmaker y acabando el partido con 21 puntos, 4 tapones y 30 de valoración.

La vuelta del túnel de vestuarios, con el marcador en tablas (37-37) fue en la misma tónica que el comienzo del partido, con los griegos enchufados y anotando dos triples seguidos y los blancos dormidos tardando casi tres minutos en anotar los primeros puntos que vinieron un triple de Jeffery Taylor.

En un partido apático, la gran diferencia entre ambos equipos pasó por el poste bajo y el rebote en la primera parte, problemas que logró solventar el Real Madrid dominando el tiempo del juego e implicándose más en la pintura, mientras que Olympiacos acabó echando de menos a su máximo anotador Georgios Printezis.

Jugadores tan importantes para el Real Madrid como Gustavo Ayón, que anotó sus primeros únicos puntos en el tercer cuarto con una canasta de dos y Erick Green (7) -en el Olympiacos- pasaron desapercibidos en comparación con las actuaciones y los números que acostumbran.

El Real Madrid comenzó el último cuarto con una ventaja de cuatro puntos (54-58), gracias a los siete puntos que anotó Llull en los dos últimos minutos, aunque ambos equipos acabaron acelerados el tercer cuarto fallando las cuatro últimas jugadas.

La máxima ventaja del Real Madrid en el partido llegó en el último cuarto, a falta de cinco minutos para el final, gracias a un palmeo de Othello Hunter en una entrada de Llull que tocó el hierro y puso el 58-66 en el marcador, siendo un jugador clave en los ataques del Madrid en los minutos finales encadenando 6 puntos.

Llevando el control del partido, y con Llull siendo partícipe de todas las jugadas ejerciendo de cabeza pensante, la ventaja del Madrid se fue hasta los nueve puntos (63-72) a falta de tres minutos aunque tuvo que sufrir de nuevo un arreón griego con un triple de Spanoulis y una canasta de Papanikolau.

Al final, el Madrid se llevó el partido por seis de ventaja y el Olympiacos vio cómo el pívot belga Matt Lojeski, que había tenido una actuación discreta con tres puntos, se retiraba lesionado en el último minuto del partido. El Madrid sumó algo más que una victoria en el prestigioso Pabellón de la Paz y la Amistad.


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