Carroll decide el triunfo ante el PAO que deja al Madrid a un paso de la Final Four

El Real Madrid tomó la delantera (2-1) ante Panathinaikos en el playoff por un billete a la Final Four de la Euroliga, después de imponerse (81-74) este miércoles en el tercer partido de la eliminatoria, primero en el Wizink Center y que vivió el regreso triunfal de Sergio Llull tras su larga lesión, efecto motivador que convirtió en olla presión al Palacio en un final de infarto que finiquitó Jaycee Carroll con seis puntos en el último minuto.

Los de Pablo Laso están a una victoria de disputar su quinta Final Four continental de los últimos seis años, la cual podrán brindar a su afición en 48 horas. El Madrid canalizó hacia el triunfo un coque de emociones fuertes, con el debut de Llull y el deber de hacer buena la última victoria en el OAKA. Tras el descanso, pareció romper la igualdad Doncic, pero Calathes (26 puntos) respondió. Del mismo modo, Llull se regaló dos triples seguidos a tres del final que no fueron suficiente para tumbar a los de Xavi Pascual.

El cuadro griego aguantó de pie, como hizo el Madrid en Atenas, pero Carroll (17 puntos) se encargó de dejar el triunfo en la capital española. El americano rubricó su gran tarde en el momento clave, en medio del trabajo coral que ejerció su equipo en defensa. El efecto Llull sacó también el liderazgo vital de Luka Doncic y, en primera persona, la verticalidad y el desparpajo que bien cerca estuvo de derrumbar el Palacio con sus primeros puntos del partido cuando más hacían falta.


Los de Laso tomaron las riendas de inicio, con agresividad, jugando con ese factor cancha que padecieron en Atenas. La presión de los más de 10.000 en la grada sobre el rival y un trío arbitral siempre un punto casero en las grandes citas. Ahora le tocaba al Madrid disfrutar de su casa. Pese a las chispas que saltaron en el Doncic-Calathes, o con Xavi Pascual en sus quejas, no perdió el rumbo el cuadro griego y sólo un triple de Rudy sobre la bocina le impidió irse por delante tras 10 minutos.

Un 17-17 con Taylor y James como los mejores en cada bando, y con el regreso de Llull como punto álgido. La entrada en escena del '23' embargó a los de Laso y el Panathinaikos lo aprovechó. Carroll se encargó de despertar un acierto que en general brilló por su ausencia en la primera parte. Imperó la batalla, bien defendida en los locales por Randolph y de puntillas superada por los griegos con un Gist que volvió tras sus tempranas personales.

Doncic despidió el primer tiempo con un mate de póster sobre Payne y retomó el partido con la vitola de líder. Con ese canto de sirena de la NBA cada vez más fuerte y su maestro Llull de vuelta, el joven esloveno sacó su mejor versión del playoff para abrir brecha junto con Ayón (50-37). De nuevo el Panathinaikos parecía haberse olvidado la intensidad en el OAKA, sufriendo una sequía de cinco puntos sin anotar ante la gran defensa local.

El golpe no fue definitivo porque Calathes no quiso, con un recital de 10 puntos sin fallo para garantizar partido hasta el final (57-53), pendientes más de 12.000 personas en el Palacio de la primera canasta de Llull. El balear pareció entrar en calor con el partido. A cinco del final, con Panathinaikos a una canasta de la remontada, el 23 desafío la zona por primera vez y encontró el premio. Un subidón tal el que debió notar que tras cinco intentos fallidos, enchufó dos triples seguidos a tres del final (70-63).

El mayor nivel de decibelios de la temporada, sin duda, en el pabellón de Goya, pero no tiró la toalla el cuadro de Pascual. Calathes y James respondieron con sendos triples. Un final apretado en el que Carroll fue el más listo, en su entrada a canasta y después en un triple con falta personal. Un triunfo vital para buscar poner fin a la serie en casa, ya con Llull de vuelta, casi nada.


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