La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) ha abierto una investigación por los presuntos cánticos de tinte racista que sufrió el centrocampista del AC Milan Kevin Constant, después de que este enviase un balón a la grande para posteriormente abandonar el terreno de juego en señal de protesta el pasado martes en el amistoso ante el Sassuolo.
El consejero delegado del Milan, Adriano Galliani, condenó estos hechos, aunque cree que el futbolista, nacido en Guinea, no debería haber abandonado el campo. "Los cánticos son despreciables y deben ser combatidos. Nuestra total solidaridad con Constant porque no hay palabras, pero tengo que decir que no debería haber dejado el terreno de juego", afirmó en declaraciones recogidas por la agencia Ansa.
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