El tenista español David Ferrer ha alcanzado las semifinales del Torneo ATP 500 de Viena por tercer curso consecutivo después de deshacerse del serbio Viktor Troicki (6-3, 3-6, 7-5) tras una remontada a contrarreloj que se sobrepuso a un match ball en contra, una suerte que no fue capaz de emular el barcelonés Albert Ramos, lastrado ante el francés Jo-Wilfried Tsonga por un arranque dubitativo que resultó irreparable (6-2, 7-6(5)).
Pronto puso tierra de por medio Ferrer en la superficie dura austriaca, aunque le tocó sudar a sobremanera para rematar el trabajo iniciado. En su segundo juego al resto, el de Jávea logró un valioso break del que sacó petróleo, puesto que a partir de entonces no vería peligrar nunca más su dominio en la primera manga. Sin embargo, las tornas cambiaron en la segunda y Troicki devolvió el golpe de forma idéntica.

Antes, Tsonga arriesgó para llevarse al bolsillo el billete ante Albert Ramos y le funcionó (6-2, 7-6(5)). Pese a que su porcentaje de acierto en el primer servicio no fue excesivamente bueno, el galo aniquiló a su rival con una potente puesta en marcha que en el primer set llegó a transformarse en un 100% de puntos ganados cuando su saque entró a la primera.
Esta fuerza intimidó en cierta medida al jugador catalán, aunque ya con todo en contra sacó pecho para enviar el segundo parcial a un tie break en el que también acabó cediendo. Por tanto, el sexto cabeza de serie del torneo deberá ultimar su puesta a punto para medirse al croata Ivo Karlovic por un puesto en la final.
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