El Atlético de Madrid Balonmano muestra sus galones en Aranda

El Atlético de Madrid sumó esta tarde su octava victoria de la temporada tras superar a domicilio a un Villa de Aranda que en ningún momento puso las cosas fáciles a los hombres de Talant Dujshebaev.

Llegaban los rojiblancos a Aranda de Duero (Burgos) con un pleno de victorias en su casillero y la necesidad de puntuar para seguir manteniendo el pulso con el Barcelona por la primera plaza de la clasificación.

Enfrente tenían a un equipo recién ascendido que ya ha dado varias sorpresas durante las primeras jornadas y que apoyado por su público, que volvió a llenar el pabellón, aspiraba al menos a plantar cara a los de Dujshebaev.

Y el comienzo del partido no pudo ser más ilusionante para la afición local. En los primeros cinco minutos, el Atlético de Madrid se vio superado por los de Magi Serra, que aprovechando un inicio fulgurante consiguieron un parcial de 4-1.

La ventaja, que sobre el papel parecería un espejismo, no fue tal, ya que los locales la mantuvieron durante los primeros veinte minutos, en los cuales consiguieron llevar el partido al terreno que querían, controlando con efectividad las embestidas del Atlético de Madrid.

Y así se desarrolló el partido hasta la entrada de David Davis, que nada más saltar al terreno de juego encadenó dos goles para los rojiblancos después de más de cinco minutos sin marcar.

A partir de ahí, el Atlético empezó a serenarse y a poner cordura al guión del partido, reduciendo poco a poco la ventaja de los locales hasta empatar el partido en el minuto 24 gracias a un parcial de 0-4.

El cambio de actitud mostrado por los rojiblancos en los últimos minutos de la primera mitad, favorecidos por varias decisiones arbitrales muy discutidas por la afición y el banquillo locales, les permitió irse con una ventaja de un gol al descanso.

Tras el paso por vestuarios, el Atlético de Madrid aprovechó mejor sus posesiones, aumentando poco a poco la diferencia ante un Villa de Aranda que empezó a pasar factura al desgaste físico de la primera parte.

A partir de ahí, los rojiblancos tiraron de galones para gestionar su ventaja, cerrando bien las filas en defensa y saliendo rápidamente al contraataque.

Vista la situación, y con el Atlético de Madrid lanzándose poco a poco en el marcador, Magi Serra se vio obligado a pedir tiempo muerto para intentar revertir la situación, si bien, los locales ya no pudieron dar la vuelta al resultado.

Lejos de ello, los hombres de Dujshebaev siguieron sumando goles hasta alcanzar una diferencia máxima de seis tantos, que se vieron reducidos a cinco al final del encuentro.

Tras el partido, el Atlético de Madrid continúa vivo en su particular batalla frente al Barcelona, mientras el Villa de Aranda se mantiene en la zona media de la clasificación.