La selección española de balonmano ha logrado sobreponerse a Croacia (33-29) en las semifinales del Campeonato de Europa de Polonia, tras un encuentro con un continuo intercambio de golpes en el que los hispanos dieron muestras de su mejor versión en algunas fases del encuentro para citarse con Alemania en la final.
España y Croacia se veían las caras tras unas trayectorias en el torneo con cierta similitud. Ambos conjuntos habían superado un inicio dubitativo y con un juego no demasiado brillante. No obstante, un arreón final en la Main Round -los croatas pasando por encima de la anfitriona, Polonia- les permitió que se citaran este viernes en la lucha por la final.
El seleccionador croata, Slavko Goluza, planteó un 5-1 de partida en defensa que en los primeros compases del encuentro hizo mucho daño a los hispanos. Entre los contraataques que propiciaron los robos del avanzado y la facilidad que encontraron sus lanzadores desde la zona exterior, Croacia logró marcharse en el marcador en escasos minutos.
Un tiempo muerto de Manolo Cadenas fue clave para devolver la concentración en los españoles. Los campeones del mundo en 2013 se enchufaron de nuevo y, en los postreros diez minutos de la primera parte, arrasaron a su rival con un Julen Aginagalde estelar en la línea de seis metros y un Raúl Entrerríos realmente inspirado.El sacrificio defensivo español secó al equipo croata durante más de cinco minutos, lo que favoreció a que el combinado nacional se marchara a los vestuarios con una renta de cuatro goles (18-14).
España mantuvo la ventaja a la vuelta de vestuarios, pese a que la brillantez de los instantes previos se perdió por momentos, llegando a contar con una superioridad mínima en varios compases debido a varias precipitaciones en ataque. En medio de la incertidumbre, Antonio García se entonó anotando seis goles con un porcentaje de acierto en el tiro del 100%, frenando los ánimos de remontada rival.
Los de Cadenas destacaron en todo su bloque y en los últimos minutos cogieron aire gracias a la actuación de sus dos extremos en pista. Valero Rivera y Víctor Tomás sentenciaron la eliminatoria cuando Croacia buscó la igualada de forma más descarada, dejando mayores espacios y favoreciendo una etapa de idas y vueltas en la que los rápidos jugadores españoles acabaron con las aspiraciones croatas a la contra.
La selección española se llevó así el billete y este domingo (17:30 horas), también en Cracovia, buscará su primera medalla de oro en un Campeonato de Europa en su cuarta final en el torneo, que además tendrá en juego el pase directo a los JJOO de Río de Janeiro. Los hispanos volverán a luchar por estar en lo más alto del medallero continental diez años después.
En esta ocasión, los hombres dirigidos por Manolo Cadenas tendrán en frente al mismo adversario con el que abrieron la competición en Polonia, Alemania, al que ya consiguió imponerse en el partido inaugural y que se deshizo en la prórroga ante Noruega.
España amplía su estado de dulce en el último lustro con una nueva final, la sexta en un gran torneo en su historia. Tras caer contra Rusia, Suecia y Francia en los precedentes por el ansiado oro continental, tendrá la oportunidad de resarcirse ante el combinado germano.
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