La selección española de balonmano se ha clasificado para las semifinales del Campeonato de Europa de Polonia después de superar (25-23) este miércoles a Rusia, donde se medirá a Croacia, mientras que Alemania y Noruega se jugarán el otro pase a la final, tras una apasionante última jornada de la Main Round.
En el Grupo 2 de esta segunda fase, los hispanos rubricaron su remontada camino a la pelea por las medallas con un sólido triunfo ante una Rusia eliminada pero aún con opciones de Preolímpico. Los de Manolo Cadenas firmaron una discreta primera mitad pero en la segunda dieron un paso al frente sobre todo en defensa para no fallar a las sextas semifinales en los últimos siete torneos.
Si el martes España recibió el favor de Suecia, que empató ante Dinamarca, para depender de sí misma, la Main Round se cerró con la eliminación de los daneses a manos de Alemania. En el Grupo 1, también hubo sorpresa, Francia quedó eliminada después de caer con Noruega y con la abultada victoria (necesitaba al menos 11 tantos de diferencia) de Croacia ante Polonia (37-23), dejando fuera a la campeoana de todo y la anfitriona, otra sorpresa.
Después del varapalo de la derrota ante Dinamarca, tras una gran primera mitad, España supo recomponerse, cumplir con su cometido en los dos partidos restantes y no hacer caso a las cuentas para terminar primera de grupo. Ahora, los Hispanos podrán pelear por mantenerse en la élite como en cada cita internacional del último lustro, salvo los pasado Juegos de Londres. Sin dos de los ogros, aún quedan dos partidos para alcanzar la gloria europea tras tres platas y dos bronces, y lograr el billete directo a los Juegos de Río.
Con las calculadoras ya en la basura, a España le costó de nuevo sangre y sudor encontrar el camino del gol. Arpad Sterbik, que no tuvo su día ante Hungría pero fue lo mejor de lo que terminó siendo un hundimiento ante Dinamarca, recuperó su magia desde el primer minuto, pero poco más acompañó. No lograron frenar los 'hispanos' durante la primera mitad a una Rusia muy fluida, con ágiles movimientos que desarbolaron a los de Cadenas.
El técnico español fue el primero en pedir tiempo muerto, con 5-7 en contra tras 12 minutos. España necesitaba más, pero después de los tantos en velocidad de Víctor Tomás, el ataque posicional dejó mucho que desear. Los tantos desde siete metros de Valero Rivera, gracias al protagonismo de Rafa Baena como pivote, mantuvieron a España en una pelea muy igualada y agravada con dos exclusiones para Viran Morros.
Aún así, pese a las sensaciones encontradas, el partido llegó abierto al descanso (11-12) para apelar al sufrimiento y la fe procesada en el torneo. Como piedra de apoyo para ese paso al frente, una vez más, primero estuvo Sterbik y sus paradas (13-12), bien apoyadas por un 6-0 defensivo más férreo. Además, España corrió cuando pudo y Baena siguió sacando petróleo.
Los de Cadenas hicieron gala de su oficio para frenar a Rusia y engancharon la primera renta jugosa en el luminoso (16-13) tras casi diez minutos de la reanudación. A partir de ahí, el partido tuvo claro color español, con Valero alcanzando los 11 goles y España disfrutando del retorno defensivo de Gedeón Guardiola, asegurando una victoria que puede valer su peso en oro. Para eso, Croacia guarda para este viernes la primera llave.
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