El Valencia Basket cerró este jueves su decepcionante paso por la Euroliga con una victoria tan brillante como inútil ante el Neptunas Klaipeda lituano al que, liberado de la presión competitiva, arrolló espoleado por el intenso Luke Harangody.
El conjunto valenciano afrontaba el choque ya eliminado y su triunfo, el tercero en diez jornadas, diluyó momentáneamente el amargor que le deja el torneo. Pero sólo eso porque, la victoria del Galatasaray, además de eliminar al conjunto lituano, dejó como colistas a los de Velimir Perasovic y les condenó a un grupo más complicado en la segunda fase de la Eurocup.
El hiperactivo Harangody se encargó de arrancar la maquinaria local, falta de chispa ante la escasa relevancia del choque para sus intereses. Su intensidad acabó por contagiar a Loncar y con los tiros abiertos del croata se abrió la primera brecha en el marcador (20-10, m.6).La salida desde el banquillo de Dubljevic y Aguilar dio un buen relevo interior y el equipo valenciano siguió anotando con facilidad ante un rival más limitado y atenazado por la responsabilidad de tener en su mano la opción de redondear su buen debut en el torneo alcanzando el Top 16 (32-17, m.12).
Con los tiros de tres puntos casi como única opción, y el punto de mira desviado, el equipo lituano convirtió sus ataques en un examen a una de las facetas más flojas del Valencia Basket: el rebote defensivo. Y los locales volvieron a suspender pues sólo en la primera parte cedieron 14 rechaces en su aro.
Pero más allá de esa parcela, el conjunto de Velimir Perasovic, bien dinamizado por Pau Ribas y Guillem Vives, siguió anotando con una facilidad desconocida para el equipo en toda esta fase inicial. Los puntos de Romain Sato le permitieron llegar al descanso con la victoria en el bolsillo (52-31, m.20).
En la reanudación, dos triples consecutivos del eficaz Harangody acabaron de cuajo con las pocas esperanzas que le quedaban al conjunto lituano y aunque Gailius se empeñó en acelerar el ritmo de los visitantes, nuevamente Dubljevic y Aguilar volvieron a alimentar el casillero local (75-49, m.30).
El ala-pívot andaluz, muy irregular y con pocos minutos hasta ahora, completó su mejor encuentro de la temporada y aprovechó para recargar el 'depósito de confianza', que lo tenía casi seco. Además, en la segunda parte, el equipo valenciano sólo concedió dos rebotes ofensivos.
Bien controlado con la seria dirección de Vives, logró estirar su concentración hasta el final del partido. Además Perasovic aprovechó para probar con éxito a Nedovic como escolta, la posición en la que previsiblemente jugará cuando regrese el lesionado Van Rossom, y regalar el debut en la competición a los jóvenes Pablo Pérez y David Guardia.
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