Los Bulls de Pau vencen en Washignton y Lillard funde a Oklahoma

Los Chicago Bulls dieron un golpe sobre la mesa después de ganar en Washington a los Wizards (91-99) y sumaron de esta manera su cuarta victoria consecutiva, las tres últimas contra rivales directos – Memphis, Toronto, Washington. En un partido igualado, como era de esperar, el bonito duelo entre Derrick Rose y John Wall deleitó a los aficionados. Finalmente, el base de los Bulls le ganó la partida al de los Wizards y, con unos últimos minutos de escándalo, lideró a su equipo hacia la victoria.

Chicago ya dejó claras sus intenciones en el inicio del partido. Rápidamente, el equipo entrenado por Tom Thibodeau luchó para conseguir las primeras ventajas de la noche. Liderados por Gasol y Butler, los Bulls abrieron una brecha de seis puntos que Gortat y Wall se encargaron de cerrar. Un triple sobre la bocina de Pau sirvió para que Chicago cerrara el primer periodo un punto arriba (20-21).

Los suplentes de los Bulls salieron con ganas de rendir a buen nivel y pillaron por sorpresa a sus rivales. Brooks y Gibson revolucionaron el encuentro y volvieron a darle una ventaja, esta vez de siete tantos, al equipo de Illinois. Pero el rookie Porter, con sus puntos desde el banquillo, y Beal fueron capaces de frenar a tiempo la reacción de Chicago. En los últimos compases de la primera parte, y con el marcador apretado, Rose tiró un triple sobre la bocina que le dio un respiro a los Bulls (40-46).

Gasol y el mismo Rose pusieron la directa al volver del descanso, y con su aportación ofensiva consiguieron una ventaja de nueve puntos. Cuando parecía que el equipo de Thibodeau podía romper el partido, apareció el incombustible Paul Pierce, que rescató a los Wizards y con su acierto desde el triple acercó Washington al marcador (65-70).

La energía y los puntos del banquillo de Chicago, con Mirotic y Gibson liderando, pareció dejar bien encarrilado el encuentro para los Bulls, que ganaban de 11 a falta de seis minutos. Pero John Wall aún tenía ganas de jugar, y el base de Washington lideró su equipo con un parcial de 12-0 para avanzarse en el marcador con apenas tres minutos por disputarse. Fue entonces cuando la mejor versión de Rose apareció y con seis puntos seguidos tranquilizó y encarriló el triunfo de los Bulls (91-99).

Dos de los equipos más en forma del Oeste se veían las caras en el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma City. Los Blazers llegaban a la pista de los Thunder después de perder en Houston la noche anterior, mientras que los locales, que habían caído ante los Pelicans, afrontaban el tercer partido sin Kevin Durant, lesionado en el tobillo. Damian Lillard y Russell Westbrook, los dos con 40 puntos, lideraron a sus respectivos equipos en un partido para recordar. Tras una remontada increíble en el último cuarto y una prórroga sublime, el base de Portland se impuso al de Oklahoma City (111-115).

Los Blazers no estuvieron acertados de cara al aro en el inicio del partido. El buen trabajo defensivo de Ibaka y de Adams desconectó a una de las armas más peligrosas de Portland, LaMarcus Aldridge. Con el desgaste a las estrellas rivales, el ala-pívot español y Westbrook lideraron a los Thunder para que en los últimos minutos del primer periodo Oklahoma City tomara una pequeña ventaja en el marcador (26-19).

Pero poco le duró la alegría a la afición local. En tan solo cuatro minutos del segundo cuarto, Portland le dio la vuelta a la tortilla y puso el piloto automático. Ante los problemas que Aldridge estaba mostrando, Lillard tomó el relevo y anotó 19 puntos en el periodo, incluidos cuatro triples. Ante esta exhibición de los Blazers, solo Westbrook puso de su parte para entrar de nuevo en el partido, pero Portland se fue al descanso con una ventaja de dobles dígitos (43-54).

Parecía que el equipo dirigido por Terry Stotts podía romper el encuentro al inicio de la segunda parte, pero bajo la dirección de Reggie Jackson, con Westbrook como escolta e Ibaka liderando el juego interior, Scott Brooks dio con la tecla y los Thunder remontaron el encuentro. Al final del tercer periodo, el marcador estaba igualado aunque esta vez los locales tenían mejores sensaciones (73-73).

Los suplentes locales, liderados por Jackson, pusieron una marcha más y Oklahoma City se escapó en el marcador. Westbrook salió a sentenciar ante el intento a la desesperada de Portland de recortar distancia. Cuando faltaban dos minutos para el final del partido, los Thunder ganaban de 10 y todo parecía decidido, pero una falta personal de Russell sobre Lillard y una técnica al mismo base de OKC le dio esperanzas a los visitantes.

Aldridge anotó todo lo que había fallado hasta el momento y Lillard, con la misma jugada con la que eliminó a Houston en los pasados Playoffs, empató el partido y lo llevó a la prórroga (98-98). El mazazo para los Thunder fue tremendo y de nuevo un triple del base de los Blazers sentenció el encuentro a falta de dos minutos para el final del tiempo extra (111-115).

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