Un golazo del joven Aleñá salva un empate para un discretisimo Barça en Alicante

El FC Barcelona no pasó del empate (1-1) ante el Hércules en el duelo de ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado este miércoles en el Estadio José Rico Pérez, en un discreto encuentro del equipo B de Luis Enrique que dejó la eliminatoria abierta ante el cuadro de Segunda B.

El conjunto catalán veló armas con los Messi y compañía descansando en casa de cara al Clásico pero no supo sentenciar al Hércules. El campeón de Copa tendrá que cerrar en el Camp Nou dentro de tres semanas el billete a octavos ante un Hércules que aguantó más que entero la visita del Barcelona. David Mainz adelantó a los locales y Aleñá puso el empate, ambos en el segundo tiempo.

La mezcla primer equipo y filial no funcionó, ni sirvió para dar aires nuevos al vestuario culé, herido por la mala imagen en el empate de Anoeta y necesitado de vitaminas de cara al choque ante el Real Madrid el sábado. Tampoco le sirvió a Paco Alcácer, que jugó los 90 minutos, para estrenarse como goleador del Barça.

Los de Lucho reaccionaron sólo tras ir perdiendo, aunque lo tuvo que arreglar un chaval de 18 años. El cuadro culé se aburrió a sí mismo en una primera mitad de posesión estéril. De hecho, el cuadro alicantino dejó más sensación de peligro, más si cabe con la incertidumbre que ofrecían Umtiti, de regreso y probando de cara al Clásico, y Borja López, debutante con el primer equipo.

Denis Suárez y Aleñá, otro debutante, asumieron el papel de repartir juego, con Rafinha liberado y Arda Turan y Alcácer como jugadores más adelantados. El ariete ex del Valencia recibió el balón con cuentagotas, sin opción de crear peligro salvo en una falta desde la frontal, que salvó el meta local, y un escorzo imposible en un desmarque bien visto por Aleix Vidal.

Fue el poco bagaje ofensivo de un Barça que no fue capaz de si quiera guardar la posesión, cansado de un ritmo lento y trotón, terminó dando pie al Hércules a asomar por los dominios de Cillessen por medio de Gaspar. Los de Luis García Tevenet asustaron más si cabe a su prestigioso rival que un Barça de más a menos.

El meta holandés comenzó salvando el gol, pero no pudo hacerlo en el minuto 52, con David Mainz sacando los colores al cuadro catalán. El Barça aumentó el ritmo y se encontró como agua de mayo con el empate casi inmediato de Aleñá, en un disparo lejano. Un recurso que bien pudo elegir el equipo visitante ante un rival encerrado y que no llegó de jugadores con más galones.

Alcácer, Denis o Arda no tuvieron ese acierto. De hecho, el arreón final vino de otro jugador del filial como Marc Cardona. El delantero culé tuvo dos ocasiones nada más entrar y terminó con la resistencia de un Hércules que firmaba con razón el empate. Nili, además de Carbonell, realizó su debut con el primer equipo culé.


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