El técnico del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, se mostró muy satisfecho por el triunfo de su equipo (1-2) en el estadio Do Dragao ante el Oporto, en la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, reseñando que pese al gran arranque de temporada rojiblanco, el equipo no se deja llevar por la euforia.
El preparador argentino reconoció que su equipo empezó "mal" pero supo darle la vuelta al partido con variaciones tácticas y el orgullo de sus jugadores. "El fútbol es muy cambiante y nos encontramos con un grupo que da el máximo en cada partido. Hoy empezamos mal porque ellos entraron fuerte en el partido, pero hay un carácter que les permite a los jugadores sobrellevar un partido con dificultades y ganarlo", explicó.
Simeone detalló su idea para cambiar el partido en la segunda mitad, dándole a su equipo un mayor control del encuentro. "Nos posicionamos mejor en la segunda mitad, con Raúl [García] en el centro, Cristian [Rodríguez] en la izquierda y Baptistao en la derecha ellos tenían mas dificultades. Conseguimos que los centrales, Otamendi y Mangala, no se anticiparan como lo estaban haciendo. Fue otra cosa y en el segundo tiempo se ganó bien", aclaró.
Por último, el entrenador del Atlético aseguró que el esfuerzo de sus jugadores y la fe en el triunfo merece su admiración y la de los aficionados. "Los jugadores terminaron golpeados, cansados... y eso me pone. Seguro que a los aficionados les gusta el esfuerzo que hacen para lograr la victoria", concluyó Simeone.
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