Croacia consigue el bronce

La selección de Croacia se ha adjudicado el bronce en el Mundial de balonmano que se está disputando en España después de superar (26-31) a Eslovenia en la final de consolación disputada este sábado en el Palau Sant Jordi de Barcelona, donde el combinado esloveno, la revelación del torneo, se evaporó en la segunda mitad dejando en bandeja a Croacia su cuarto bronce mundialista.

   Eslovenia puso interés y mostró hambre por hacer historia en la primer mitad, pero en la segunda fue arrollada por la calidad croata. Al igual que le ocurriese con España en las semifinales, Eslovenia perdió fuelle con el paso de los minutos con lo que se quedó sin premio. Croacia cierra de esta forma un gran círculo que les deja como tercera potencia mundial, europea y olímpica.

   La primera mitad se mantuvo muy igualada aunque siempre con Croacia con una ligera ventaja en el marcador. De inicio, ambas selecciones trataron de imprimir ritmo pero los porteros comenzaron asumiendo protagonismo. Además, la falta de acierto en la definición generó contragolpes e idas y venidas entre ambas porterías, aunque pocos goles (4-4, tras diez minutos).

   Tras los primeros intercambios, Croacia comenzó a mandar con pequeñas rentas en el marcador. El cambio de portero en Eslovenia en esta final de consolación, con la entrada Prost, resultó un acierto y de hecho terminó siendo el mejor de los suyos. Mientras, los goles eslovenos se repartían especialmente entre los extremos Zvizej y Kavticnik.

   La defensa croata cogió firmeza con el paso de los minutos, al igual que el meta Alilovic y, sobre todo, las carreras de Eslovenia disminuyeron, quedándose en ataques estáticos controlados por una Croacia que quería sumar el bronce mundial a su actual bronce europeo y olímpico. Cupic, más entonado que en el resto del Mundial, representaba las ganas croatas de resarcirse en el Palau Sant Jordi (13-14).

   El mayor arma de Eslovenia era su hambre por un bronce que sería histórico, y su supuesta frescura comparado con su rival, que no tenía las rotaciones elovenas. Sin embargo, la experiencia croata valió más que el hambre de su rival y en la segunda mitad los de Slavko Goluza rompieron el partido a su favor. Los goles del central Duvnjak no encontraron respuesta en Eslovenia, que incluso en superioridad dejó escapar aparentemente el partido (14-20).

   La imagen de la impotencia en los de Boris Denic tuvo su mejor ejemplo en la roja a Bezjak por golpear la cara a Cupic. El colchón en el marcador fue bien administrado por Croacia, cuyas fuerzas tampoco estaban sobradas. Kopljar se desquitó en parte de su bajo nivel en este Mundial contribuyendo con goles a que los croatas mantuvieran a raya a Eslovenia, que ya se sabían sin opciones y nada pudieron hacer para evitar la derrota.


   ESLOVENIA 26: Prost (p), Pucelj (1), Dolenec (2, 1p), Bezjak (-),  L.Zvizej (3), Marguc (3), Mackovsek (3), Dobelsek (3), Skube (3), Kavticnik (4), Bundalo (-), M.Zvizej (3), Gaber (1), Zorman (-).

   CROACIA 31: Alilovic (p); Duvnjak (8), Kopljar (4), Vori (-), Bicanic (4), Cupic (8, 3p), Nincevic (5), Maric (1), Stepancic (-), Gojun (-), Horvat (1, 1p), Sprem (-), Mandalinic (-), Musa (-) y Ivic (ps).

   PARCIALES CADA 5 MINUTOS: 2-2, 4-6, 7-8, 8-9, 12-12, 13-14, --descanso--, 14-17, 14-20, 16-24, 19-26, 23-28, 26-31.