El ciclista polaco Michal Kwiatkowski, flamante campeón del mundo en Ponferrada, reconoció que "no tenía planeado atacar en ese descenso", pero aseguró que vio la oportunidad y no se lo pensó al ver las dudas entre el resto de favoritos al oro mundialista.
Por su parte, menos contento se mostraba el australiano Simon Gerrans con su presea de plata. "Quería gritar cuando crucé la línea de meta. Estar tan cerca, sentir que tienes buenas piernas, y ver cómo se me escapa la victoria es muy decepcionante", indicó.
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