El jugador Jason Collins, que reveló el pasado mes de abril que es gay, se convirtió este domingo en el primer jugador de la historia declarado abiertamente homosexual que participa en un partido de la NBA, tras debutar frente a Los Angeles Lakers con su nuevo equipo, Brooklyn Nets, con los que ha firmado un contrato de 10 días.
El pívot californiano, que recibió una cálida bienvenida en el Staples Center cuando entró en la cancha a falta de 10:28 minutos para el final del segundo cuarto, no fue capaz de anotar ningún punto en todo el choque, aunque capturó dos rebotes, completó un robo y cometió cinco faltas en los 11 minutos que disputó."Fue fantástico", aseguró Collins ante los periodistas acerca del gran recibimiento que le brindaron. "Habiendo crecido en Los Ángeles, no puedo imaginarme una situación mejor, jugando para los Nets, en una cancha como esta y llevándonos la victoria. Sólo faltó que estuvieran Kobe (Bryant) y Shaq (O'Neal)", comentó.
En una noche en la que hizo historia, los Nets también pusieron fin a una racha de 11 partidos sin ganar ante los Lakers. "Lo más importante es que el equipo consiguió el triunfo. No me preocupa no haber anotado, me preocupa que ganemos", concluyó.
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